Increíblemente decepcionado tanto con Martino como con el equipo.
Con Martino porque hoy me ha demostrado que sigue siendo una marioneta al que controlan los pesos pesados de la plantilla. Que siga jugando Piqué, que está en un estado de forma deplorable, y Bartra, que cuando juega ha demostrado estar en mucha mejor forma y con más ganas, se coma el partido en el banquillo es muy triste. Y que Cesc, uno de los pocos jugadores actualmente en el Barcelona que cuando recibe el balón mira hacia delante y no hacia atrás, también empiece en el banquillo y los máquinas Xavi e Iniesta sean titulares es otro insulto. Lo dicho, dos demostraciones de que este entrenador es otro más que se deja llevar más por los nombres que por el rendimiento en el campo. Espero que Bartra se haya descojonado mucho del esperpento de Piqué y Mascherano en el gol del Milan, sinceramente.
Y decepcionado con la plantilla porque ya empieza a ser tónica habitual salir a jugar los partidos como si fueran benéficos, con intensidad cero, ya digo, como si fuera un partidillo de barrio y les importase una mierda todo. Con los ya famosos 4521 pases entre Busquets y los centrales, mientras Alexis, Pedro o Neymar están constantemente buscando desmarques sin que les hagan ni puto caso.
Nada, el Barcelona sigue sin salir de la espiral que entró hace año y medio, y cada partido que pasa veo con más claridad que Martino no es la solución a esa espiral.