No pot ser madridista l'oncle que li diu a Iker "Iker veste'n ja", aqueix no és un madridista. Aqueix no és un madridista, aqueix és un tipus que sobra del Bernabeu i que sobra del madridisme, ni amb Iker ni amb ningú. Açò no es diu a ningú, a NINGÚ, i menys al teu capità. A l'oncle que porta 16 anys fent que tu sigues l'equip més gran del món.
TU NO ERES MADRIDISTA!, tu eres una cosa que ja veurem en el seu moment com es tracta però tu fora del Bernabeu si vas a açò. I si jo fóra demà a fer alguna cosa amb el tipus que pitjor em cau del Reial Madrid jo també hauria d'anar-me fóra del Bernabeu.
I ja està bé! amb açò no es juga, no es pot seguir alimentant aquest plebiscit permanent.
Avui hi havia un...PALLASSO!, que estava prop del micròfon d'Antena 3 "TALP, TALP, TALP, EL *TOPOR, EL *TOPOR, EL *TOPOR". Mira mascle veste'n a la merda, de debò!
Açò no és el Madrid, no es pot, açò no es pot consentir i hi ha gent en el Reial Madrid molt important que estan permetent que aquestes coses passen i amb açò cal acabar.
CAL ACABAR, PERQUÈ ÉS EL TEU CAPITÀ, ÉS EL TEU EMBLEMA, ÉS UN EMBLEMA...DEL MADRIDISME I CAL PROTEGIR-LI, PRO-TE-GER-LI!
Pienso que los argumentos que utilizamos para analizar los problemas del club son insuficientes. Solemos culpar siempre del desastre a Florentino o a los jugadores y quizá estemos siendo demasiado injustos con los pobres.
Hay un hecho que a mi parecer es fundamental y nunca se menciona, que es la crisis de la derecha española, cuyo destino siempre ha estado unido al de nuestro equipo de forma indisoluble. Los hechos son evidentes:
No es casualidad que el mito del Madrid, del equipo hegemónico de las 6 Copas de Europa, naciera y creciera en el periodo político conocido por todos.
No es casualidad que, después de tres décadas de sequía continental, volvamos a ganar una Copa de Europa apenas año y pico después de que, por primera vez tras casi 20 años, el gobierno esté presidido por un líder abiertamente de derechas.
No es casualidad que la etapa de mayor esplendor del Madrid contemporáneo, con 2 ligas y 2 Champions, coincida con los años dorados del PP de la mayoría absoluta (2000-2003).
No fue casualidad que el Beckham/Makelele, ese momento de nuevo rico subnormal que cree que ha llegado la hora de prescindir del agua para empezar a lavarse el culo con Moët Chandon, se diese tres meses después de la Cumbre de las Azores. Ni que el Galacticidio de la final contra el Zaragoza, principio del fin y origen de lo que hoy somos, ocurriese la semana siguiente al 11M y la llegada de Zapatero.
No es casualidad que este Madrid pseudogaláctico con el que un Florentino con mayoría absoluta prometía devolvernos la Ilusión y los días pasados de vino y rosas, tras la siniestra etapa (quizá ahora menos) de Calderón y su Leire Nanín, haya transcurrido casi a la par que la legislatura del pseudoPP de Mariano y su cheque en blanco electoral que los socios de este país le dieron para enderezar la ruina que dejó en herencia el mensajero del viento.
No es casualidad que el Madrid de hoy sea un club que justifica todo fracaso en sus objetivos principales con el argumento de la gestión económica como única arma repetida en toda circunstancia. Liderado por un presidente sexagenario cuyos rasgos principales son la cobardía, el inmovilismo, la improvisación y el amor por el sillón. Un hombre que no sabe cómo parar lo que le viene cada año desde Cataluña y Alemania, y que se comporta como quien oye llover pese a que todo se derrumba cada día más a su alrededor.
Añadamos una Junta Directiva que inspiró en su juventud a las Cinco Familias de Nueva York, pero con menos porvenir ya que un casting de "Triana Pura", salvo por el malvado valido del presidente, cuyo creciente poder tiene como objetivo heredar el trono cuando el globo ya se haya inflado de nuevos impulsos, presentándose como salvador del club en las próximas elecciones frente al bolivariano Manolo Sanchís, el tipo que amenaza con sustituir nuestro modelo de club por el del Recreativo, que quiere traer a Joaquín, a Cazorla o al que le recomiende Roncero, y ponernos a "Anís del Mono" patrocinando la camiseta.
Quien no haya oído hablar de las sincronicidades de Jung, éste es un ejemplo perfecto. Cualquier simple vendrá ahora con el cencerro de los tratos de favor, las recalificaciones y los créditos de Caja Madrid, pero esos son argumentos propios de la gente de Tiempo Muerto o del hilo de enfrente. Todo forero mínimamente refinado sospechará que estamos hablando de algo de envergadura mucho mayor, de una cuestión de orden cósmico. Quizá, tal vez, del Gran Arquitecto que maneja los hilos del destino del hombre sin que nuestro limitado intelecto pueda ni siquiera especular sobre el sentido y el fin de tales acontecimientos.
Sencillamente debemos aceptar que las cosas son así y nuestra pareja de baile es ésta. El socialismo, en cualquiera de sus formas, es algo que no le sienta bien a este club, y todo el mundo sabe que si el Madrid de la Quinta no ganó Copas de Europa no fue debido al Milan de Sacchi sino al gafe provocado por Felipe González.
Por ello, todo madridista que se precie de serlo, ha de desearle una feliz renovación y una buena salud al PP del futuro o a sus próximas siglas, porque sus victorias serán las nuestras. Recemos para lograrlo, o si nuestro podemismo es ya irrefrenable, no nos quedará otra opción que cambiarnos la camiseta por una de Manucho.