Durante la tarde de ayer, dejando a un lado el partido de fútbol, twitter estaba muy calentito con un tema que concierne a nuestra privacidad y algunos dispositivos Apple, concretamente hablamos de iPhone y iPad 3G, que guardan un historial de geoposicionamiento del dueño en un fichero.
Lo curioso no es que el archivo (consolidated.db) esté en el directorio raíz del dispositivo, plenamente accesible, sino que no cuenta con ningún tipo de encriptación cifrado. Afortunadamente el contenido no sale nunca de nuestro teléfono hacia servidores externos, pero eso no quita que la información sea fácilmente consultable.
Tan fácil como que Alasdair Allan y Pete Warden (investigadores especializados en seguridad informática), han desarrollado una aplicación para Mac, iPhone Tracker, que presentaron en la conferencia Where 2.0, con la que nos proyectan en un mapa nuestros puntos de localización del último año, a partir de los datos del fichero.
La imagen que introduce esta noticia es un extracto del citado mapa, con los datos de mi iPhone 4, y las conclusiones que saco es que hay puntos que no he visitado, y que cuando quiero ver en detalle los puntos, no se corresponden con sitios concretos, diríamos que se trata de la antenas de telefonía a las que he ido conectándome. Por esto podemos entender que el archivo se genera en dispositivos enganchados a operadoras (no guarda información GPS).
Con los datos que nos muestra la aplicación es imposible sacar una ruta, o bien localizaciones concretas, los puntos aparecen perfectamente alineados (imagen anterior) alrededor de lugares reales en los que me muevo, pero los desarrolladores informan que no se está tomando toda la información del fichero, por lo que podría obtenerse un mapa más definido.
¿Para qué quiere mi iPhone esa información?, por que los datos quedan recopilados en él queramos o no, además de que es posible acceder a ella desde el mismo ordenador donde sincronizo con el teléfono, sólo tenéis que ejecutar la citada aplicación para descubrirlo. El fichero es una base de datos donde se guardan los pares de coordenadas junto con el momento exacto.
Sabemos que aplicaciones y servicios existentes en el mercado pueden generar información parecida, incluso más definida (Google Latitude o Facebook Places), pero nos dan la opción de que no sea así. A continuación un mapa animado de los creadores de iPhone Tracker:
¿Un problema de privacidad?
Como nos apuntan en Genbeta, podemos dudar que esta situación sea considerada un problema de privacidad, que es lo que piensan Allan y Warden. El fichero se encuentra en nuestros equipos, de la misma forma que puede estarlo el historial de navegación web del navegador, y nadie encuentra mayor problema en ello.
Los desarrolladores informan que no han encontrado un registro similar en Android u otros sistemas. Mientras esperamos posibles respuestas de Apple al respecto, seguro que comenzamos un interesante debate, ¿opiniones?.