Recapitulando
Empezamos por el final porque nunca me han gustado los principios. La respuesta es: depende. Y la pregunta puede ser cualquiera: ¿merece la pena esta aplicación? o ¿sale rentable pagar 10 euros al mes por escuchar música? o ¿tiene la iTunes Store los días contados? Lo importante es que la experiencia deja un regustillo dulce pero un pelín amargo. Ese complejo matiz es lo que vamos a ir desvelando en esta entrada.
Música, maestro
La primera vez que usas la aplicación te da la misma impresión que cuando abrimos la aplicación de escritorio este invierno. Llevo el futuro en el bolsillo y, joder cáspita, cómo me gusta. Mismo catálogo, misma calidad, misma inmediatez. El principal atractivo de Spotify sigue siendo el mismo: la canción que quieras en el momento que quieras. Si eso es lo que te apetece, es perfecto, ninguna pega.
Más música, maestro
¿Qué pasa si quiero que reproduzca canciones sin que tener que hacer click en cada una? Spotify en el escritorio te da dos opciones: crear listas de reproducción más o menos estáticas, o reproducir listas aleatorias basadas en estilos, décadas o artistas. En el móvil solo tenemos la primera opción, la de crear listas estáticas y definidas. De cualquier manera, no es mucha pérdida, porque los algoritmos para crear emisoras están años por detrás de otros servicios como last.fm.
Evidentemente, si vas a pagar 10 euros al mes para escuchar música, al menos que sea tu aplicación principal. Si, como supongo, alguna vez en tu vida has escuchado música, eso significa que tienes que migrar de alguna manera toda la música recopilada durante años. En el caso del iPhone/iPod esto se traduce a buscar toda la música que tengas en tu iTunes, es decir, ¡miles de canciones! Sin duda un servicio como SpotifiTunes facilita esta tarea, pero sigue siendo necesario un método para importar nuestra colección de música si estos suecos planean ser a medio o largo plazo el Ikea de la música.
No sé cómo van a solucionar este problema, pero para mí y para muchos usuarios es algo básico. Idealmente, Spotify debería ser nuestra única aplicación de música, y hoy en día no puede serlo. Debe añadir cosas como poder reproducir las canciones que tengamos en nuestro disco, integrar podcasts o crear un Genius que haga felices a los vagos como yo. No sé si la visión de la empresa mira hacia ese sentido, pero debería. Otras opciones de navegación más allá de las listas también sería bien recibido.
Spotify Universe
Si bien esa barrera de entrada es considerable y es compartida por todos los servicios de la nube, el universo Spotify tiene también el lado bueno de la nube. Si has venido usando la aplicación de escritorio seguro que tendrás bastantes listas, suavizándote la primera experiencia al estar accesibles. Si te cambias a otro móvil que tenga acceso a Spotify (por ejemplo un Android), tendrás toda tu música. Oro puro.
La sincronización general de todas las aplicaciones con la nube es asombrosa. Cambiar el nombre de una lista o modificar su contenido se muestra casi instantáneamente en cualquier otro reproductor que tengamos abierto. Tener listas desfasadas es prácticamente imposible, a no ser que estemos offline, evidentemente.
Lástima que por cuestiones legales o por evitar que la gente comparta sus cuentas, si empiezas la reproducción en un cliente los demás clientes cortarán la música al instante, haciendo imposible tener dos clientes reproduciendo a la vez. Pequeño truco: sí que podemos reproducir música en X dispositivos a la vez. El único requisito es estar offline.
Vaya, un túnel
Volviendo a la aplicación móvil, sin duda tenemos un problema que en la de escritorio casi nunca tendremos: que no haya conexión. La solución es relativamente elegante, al permitirnos descargar las listas de reproducción que queramos. Una vez que estén en nuestro disco duro, las podremos escuchar sin tener conexión. Cierra. Vuelve a abrir la aplicación. Todo sigue allí.
Debido al gran consumo de datos que supone descargar todas nuestras canciones, esto solo está permitido si tenemos una conexión Wifi, no sobre 3G (en Android no existe esta limitación). De hecho, ni siquiera recomendaría escuchar música sobre 3G que no hayamos descargado previamente. Primero, porque una tarifa de datos como la de Movistar duraría unas 20 canciones. Segundo, porque estás fuera de casa, y la batería se te acabaría en esas 20 canciones. Tercero, porque probablemente se te corten las canciones si la conexión no es excelente.
Está claro que esta aplicación se debe usar el 90% del tiempo en modo offline, y solo cuando lleguemos a casa/trabajo sincronizar las listas y bajar las canciones. Aún así, podríamos ocasionalmente descargar canciones sin problemas. De cualquier manera, está bastante bien logrado y la experiencia no se degrada demasiado estando offline.
La potencia sin batería no sirve de nada
Todos los que hayan probado esta aplicación y tengan activado el porcentaje de batería verán cómo baja un 1% cada minuto. Es normal, sobre todo si estamos sincronizando todas las canciones, se están recibiendo muchos datos y la batería se resiente. Si pasamos al modo offline, la batería suspira y el tiempo se alarga. Por tanto es un muy buen punto poder activar el modo offline (literalmente la única opción de la aplicación).
Pero, cuidado, la batería sigue siendo un problema, y no por la batería en sí sino por la aplicación. Sería ilógico llegar a las 30 horas que se consiguen al reproducir música de manera nativa en el iPhone, pero es que en modo avión no llegamos ni a una cuarta parte. La raíz de todos los problemas es que las canciones se encuentran cifradas, y el teléfono debe usar el procesador más de lo normal. Esto también es el culpable del pequeño retardo que sufrimos al abrir la aplicación.
Agua y aceite
El iPhone no es un buen dispositivo para Spotify. Sí, puede ser el mejor dispositivo móvil ahora mismo, pero, como pasa con todas las aplicaciones no diseñadas por Apple, Spotify tiene varias carencias derivadas de las limitaciones impuestas por la manzana mordida. En resumidas cuentas:
* No hay música en segundo plano. Esto es lo que separa a la aplicación de música nativa del resto, y es algo necesario que podemos disfrutar en otras plataformas. Sin embargo, no es un problema si tienes ganas de trastear, ya que en mi experiencia funciona genial con Backgrounder, una aplicación para iPhones con jailbreak que podrás instalar desde Cydia.
* Cortes al bloquear el móvil. Al bloquear el móvil podremos seguir escuchando música, pero si estamos reproduciendo las canciones en streaming hay que tener en cuenta que al bloquear el móvil las conexión Wifi se pone a dormir. Así que cuando se acabe la caché de la aplicación la música se parará. Si estamos reproduciendo de manera offline esto no pasará dado que no estamos consumiendo ningún dato. Igualmente, este punto se puede arreglar instalando otra aplicación para iPhones con jailbreak: Insomnia.
* Los controles externos no funcionan. Ni los botones de los cascos, ni los que saltan al hacer doble click, olvídate de parar o de pasar de canción. Mucho más molesto que lo anterior, porque por ahora no hay solución.
* El volumen es extraño. Para empezar, solo aparece al hacer doble click, al contrario que en la aplicación por defecto del iPhone. Pero es que es independiente al volumen del sistema, lo que significa que si mueves arriba/abajo el volumen del sistema sigue siendo el mismo. El problema de esto es que no sé qué escala habrán seguido, pero básicamente hay dos niveles de volumen sin etapas intermedias: se oye o no se oye. Así que el control de volumen de la aplicación no sirve para nada.
* Como decía en el punto anterior, las canciones no se reproducen eficientemente, sino que tienen que ser descifradas previamente. Está claro que con chips específicos este problema de derechos podría causar menos daños a la batería.
* El streaming es de uso limitado. Ya no solo por la batería, sino por el tipo de contrato de datos que tenemos específicamente en España gracias a Movistar. El consumo de datos sigue siendo un bien preciado, y tras esas 20 canciones la velocidad se limita haciendo imposible el streaming de más canciones sin sufrir cortes.
Obviando estos problemillas de integración, la experiencia no es nada mala, de hecho es muy buena. Pero un móvil totalmente pensado para Spotify, con el SO integrado, con el hardware necesario y el contrato de datos adecuado, sacaría mucho partido y daría sentido a esos 10 euros mensuales.
Recapitulado
A pesar de todo lo que he dicho, Spotify me parece la mejor aplicación para escuchar música en un móvil. Todos los fallos, problemas y carencias anteriores son realmente una tontería comparados con la propuesta que nos están presentando, simplemente es la confirmación de que tienen espacio para mejorar. A largo plazo deberían tratarlos si quieren convertirse en la aplicación principal y suficiente para escuchar música, pero a día de hoy es una aplicación excelente.
Eso sí, no creo que con la oferta actual puedan llegar al público general pidiendo una cuota de 10 euros al mes, ese precio solo lo van a pagar los melómanos. El principal escollo es que la competencia está ofreciendo música gratis a cambio de publicidad… un momento, ¡si son ellos! A todos nos gustaría que copiasen el modelo basado en publicidad en los móviles, pero creo que eso supondría dejar el modo offline solo para las cuentas de pago, así que no ganaríamos mucho. Quizás si rebajasen ese precio a la mitad acercándose a las tarifas que piden servicios de descarga directa (50-60 euros anuales), sí que conseguirían suficientes usuarios…
Termino ya la crítica porque he borrado la tecla espacio de tanto pulsarla, y se me hace complicado distinguirla. Os dejo con la galería con capturas, para que comprobéis que estéticamente está muy cuidado, y que los suecos muestran el mismo amor por el detalle de siempre. Ah, también os dejo algunos de los análisis más currados en otros blogs en castellano disponibles a la hora de publicar esta entrada:
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Fuente: http://www.genbeta.com/a-fondo/spotify-para-iphone-analisis-y-galeria-de-fotos