Madre mía, en este foro hay un tufo antipasión que tira para atrás.
Es evidente que a lo mejor te ponen a fregar platos como un desgraciado, pero es que lo que puedes aprender, el significado que puedes extraer de estar dentro de un restaurante de ese nivel no se puede entender en términos de dinero, sobre todo si lo que quieres es dedicarte a eso y vives por y para ello. La gente de la que te puedes rodear, la cantidad de experiencias, el ritmo de trabajo al que vas a someter a tu cuerpo y mente. Todo eso no se puede medir en términos de dinero, no puede ser un cálculo, y lo que me perturba es que algunos no lo entendáis.
No tengo idea de cocina, pero es como si a mí me ofrecieran dos semanas llevando cafés en un rodaje de Terrence Malick y yo me negara porque ey, los rodajes son muy duros y más si no se te paga como es debido, y prefiriera quedarme apoltronado en mi habitación, soñando cómo coño se debe dirigir una película de cine.
Vamos, yo me puedo poner en la situación de alguien que quiera ser cocinero de ese nivel y no me cabe la menor duda de que se tira de cabeza.
Algunos de por aquí tendríais que dejar de ver absolutamente todo desde un prisma político, porque apesta bastante; es como si en el fondo desearais que la noticia fuera peor de lo que es para poder celebrar ese fin del mundo que ansiáis ver en cada maldito rincón del planeta. Estáis tan cegados por vuestro relato que no podéis ver que en el fondo se trata de quince personas que deciden por ellos mismos trabajar en un restaurante de alto nivel para formarse, con todas las ambivalencias que eso puede tener, claro. Lo que más me inquieta no es que algunos de vosotros no seáis capaces de sacrificaros por perseguir vuestras metas, sino que seríais capaces, de tener la oportunidad, de prohibírselo a los demás. Y encima tendríais la cara dura de decirles que es por su bien o algo así.