Por desgracia en mi caso el teletrabajo duró un par de semanas del confinamiento y en cuanto se pudo (un mes o así más tarde) nos mandaron a todos de vuelta a la oficina porque los mandamases no se fiaban de la gente si no la veían calentado el culo in situ.
Además, hablando con otros compañeros parecían estar más cómodos también viniendo justo por aquello de "me gusta ver a los compañeros e ir y preguntarles directamente sin tener que llamar o por correo" (e intuyo, por supuesto, que la cháchara va incluida aquí).
Yo, sin embargo, no puedo. Tanto el breve momento de teletrabajo cuando el Covid como mi primer curro que fue todo en remoto, han sido como mejor he trabajado. Si tengo X cosas que hacer, el nivel de concentración y agilidad para sacar esas tareas es infinitamente mejor que estando en una oficina sólo por estar allí.
Aunque ese día no me moleste nadie con cosas menores ya por tener que estar hasta la hora de salida no voy a rendir más porque aunque termine no podré salir antes ni aprovechar para hacer algo en casa de mientras.
Bien es cierto que es una manera mucho más simple de separar el horario de trabajo del personal y todo el material, programas y medios que hay en la oficina los dejas hasta el día siguiente cuando sales por la puerta. Si lo tienes en casa, no se hasta que punto en nuestro caso haría que alguno abusara de meter a otros compañeros en algún fregado a horas que no le corresponden sólo porque pueden hacerlo desde casa.