Algunos recordaréis que hace menos de un año escribí un inquietante post en donde os relataba una más que posible experiencia con lo paranormal. Si no os acordáis o si os perdisteis el hilo más Iker Jimenez del año, aquí os dejo el link.
La familia ya no vive en la casa, pero todavía son los dueños de la casa, ni la han vendido ni la alquilan, simplemente permanece cerrada, con las persianas bajadas la mayoría del tiempo y todo eso. Aún así de vez en cuando suelen venir o él o ella a hacer alguna cosa por la casa, no sé muy bien qué, pero se les oye alguna tarde o alguna mañana por ahí, el suelo es de esos flotantes (creo que se llamaban así) y se escucha demasiado bien todo.
El caso es que hoy han vuelto a suceder cosas extrañas. Yo y toda mi familia hemos acudido a una comida familiar. Yo tenía entradas para ir hoy al Calderón, así que me he vuelto a casa antes para cambiarme e irme. Pues al poco tiempo de estar en casa he escuchado como un sonido extraño. Es muy difícil de definir. Como si estuviera ¿gritando? Pero no gritos de dolor, ni nada de eso, para nada; sino como si estuviera tarareando una canción y gritando al mismo tiempo, si esto es posible. Como si estuviera gritando algo parecido a una imitación del sonido que hace un pavo. Si os podéis imaginar algo así, creo que es lo que más se le parece. Al poco tiempo ha parado. He estado veinte minutos en casa y no he vuelto a oír nada. Ya me he ido y, aquí la putada, el portero justo no estaba, así que no he podido preguntarle si había subido alguien. Aunque sí he comprobado al salir de la calle si estaban subidas las persianas o había luz o algo en la casa. Nada. Persianas cerradas a cal y canto. Curioso.
Después de la maravillosa victoria del Atletico de Madrid (7-0) me he ido a tomar algo por ahí y un rato después he vuelto a casa. Lo que he escuchado al poco de llegar ha sido muy inquietante, lynchniano. Era el mismo sonido de antes, la misma persona cantando o gritando lo mismo, pero ahora era diferente. Ahora después de hacerlo un rato paraba y entonces varias personas se reían. Así varias veces: el grito y después las risas. Esto durante un rato. Y entonces silencio, como esta tarde. Como si me hubieran escuchado. Como si se detuvieran al escucharme. Le he enviado un whatsapp a mi amiga que vive enfrente (ya hable de ella en el anterior post) y lo mismo: persianas bajadas al máximo. Extraño.
Las risas no eran risas desternillantes tampoco. Era más bien como las risas de un grupo de hombres en un club de caballeros. No sé si me explico. Me traían esa imagen a la cabeza, un grupo de caballeros que beben y fuman cosas caras en un sitio con muebles viejos y elegantes. De nuevo vuelve a mi cabeza el Edificio Dakota, los que hayáis visto Rose Mary's Baby (La Semilla del Diablo) sabréis a qué me refiero.
Me imaginaba un grupo de personas como los del final de la película, todos esos señores sectarios, que ríen en ese salón.
Chicos, tengo miedo.
¿Qué opináis vosotros?