Bueno, pues he llegado a casa de trabajar, estaba mi novia en el cuarto y le he dicho que iba al baño a ducharme, cosa que en parte era verdad.
No obstante, al entrar al baño mi objetivo prioritario ha sido otro muy diferente, he abierto la ducha y mientras el agua de la ducha caía, me he puesto a cagar como un cabrón, llevaba aguantándome mucho rato.
Mi novia ha debido sospechar, porque tardaba mucho en ducharme, y justamente ha entrado cuando yo estaba en plena cagada, cortándome todo el rollo. La pobre nada más entrar por la puerta se ha echado hacia atrás horrorizada al ver mi cara de estreñido y al oler el olor nauseabundo que desprendía mi caca.
No sé si volverá a mirarme con los mismos ojos ni si nuestra relación volverá a ser la misma.
Simplemente quería compartirlo, un saludo.