Son momentos en los que piensas que debes ser la persona más solitaria del mundo, pero por suerte casi siempre hay alguien que nos "rescata" de esa visión tan negativa de la vida. Quiero creer que todo ocurre por algo y que es necesario porque si no, muchas veces habría que rendirse.
Así que si la vida te pega fuerte, te levantas y sonríes. No hay más. Total si la hija de puta al final nos va a matar, que mínimo que lo hagamos con una sonrisa en los labios.