No quiero ir al cole.
Nadie podía esperar que diciéndole a la gente que tiene que dejar de usar coche por el planeta, calefacción por la energía, comer bichos por los recursos, pagar más por solidaridad, y en general vivir infinitamente más pobres que la generación anterior, pudiese pasar factura.
Ya no digamos el hecho de criminalizar al 50% de la población, llamándola privilegiada, tratándola de "deconstruir" y borrar del mapa público como es la TV y demás.
Lo raro es que no haya pasado antes.