A los pueblos de Castilla van muchos madrileños a las fiestas de verano, a la casa de los abuelos fallecidos.
Antes aquí en agosto estaba todo cerrado y no tenías ni un triste bar donde ir a tomar una caña. Este año parece que se ha quedado mucha gente sin irse por ahí de vacaciones y no tiene nada que ver. Mucha más gente y negocios abiertos.