Cosas raras las ha habido, las hay, y las habrá siempre. Sean cosa del momento, una mala broma de nuestra mente o cualquier otra cosa...quién sabe. Aquí dejo las mías:
De esto hará unos 8-10 años. Estábamos en la casa de campo de una amiga, celebrando su cumpleaños. Esta casa se encuentra en una zona super poco poblada en invierno (ya que se encuentra en una zona alejada) muy cercana a un islote que muchos consideran como "místico" (hay muchas habladurías sobre energías y pitos y flautas...yo no tengo ni idea, francamente), un sitio donde mucha gente afirma haber avistado objetos extraños en el aire, incluso saliendo del agua.
Estábamos todos dentro de la casa, tomándonos nuestros cubatas de rigor. Al cabo de no mucho rato, un amigo y yo, salimos fuera a dar una vuelta por el campo, puesto que había luna llena y se veía todo casi como si llevaras una linterna. Andábamos por la carretera, en dirección hacia la playa (que estaría más o menos a 1-2km), riéndonos y comentando cómo estaba el panorama y qué opciones teníamos aquella noche cuando, de repente, vimos algo. Mi amigo y yo nos miramos, aterrorizados, y sin intercambiar palabra corrimos carretera arriba hasta entrar dentro de la casa: apenas fueron 10 minutos corriendo sin parar, sin siquiera mirar hacia atrás, pero nos parecieron eternos. Todavía recuerdo el sonido de nuestras pisadas resonando mientras corríamos sin parar...
Al llegar, ambos afirmamos haber visto lo mismo: una esfera redonda, luminosa, muy grande. Como una luna llena, pero mucho, muuuuuuuucho más grande, que parecía levantarse, que además se encontraba muy cerca...
Todavía tengo muy vívidas esas imágenes. ¿Fue sugestión? ¿Se nos fue la olla? Eso es algo que nunca sabremos...sí que puedo decir que he escuchado cosas infinidad de veces, pero claro, ¿quién no ha creído escuchar un aullido después de ver una película de miedo? ¿Quién no ha creído oir gemidos o lamentos cuando era el viento meciendo los árboles circundantes? Pero claro, una imagen....sin venir a cuénto....
Unos años después, hará unos 6-7 años. Todo empezó en una clase de filosofía, cuando discutíamos sobre entes y demás seres en los que, para poder siquiera empezar a discutir, "debes tener fe". Por aquellos días un servidor se pasaba el día leyendo revistas científicas por pura curiosidad (Scientific American, de la que sobra decir que no entendía un carajo; aún así era entretenido leer algunas cosas, que sí podían entenderse), por lo que era un seguidor del "si existe, tiene que poder ser demostrado; de lo contrario, no existe" y nada más. Todo lo demás quedaba fuera por no ser "cierto". En estas estábamos, discutiendo con una compañera seguidora de creencias esotéricas (que yo consideraba como ridículas) mientras explicaba cómo era capaz a descubrir cosas del presente y pasado de las personas simplemente leyendo la mano. Como estaba claro que nos conocíamos demasiado como para que me leyera la mano (puesto que cualquier cosa que me dijera podría saberla por A o por me invitó a participar en una ouija, a mi y a unos amigos que también seguían los mismos valores que yo.
Total, que llegó el día acordado. Mi compañera nos había explicado que debía hacerse en sitios que no frecuentáramos ninguno (por no sé qué historias) y que debía ser un sitio tranquilo. Como era invierno, esto no suponía ningún problema, así que nos juntamos justo en la entrada del parking de unos apartamentos que, como estaban vacíos por abrir sólo durante el verano, no tendríamos problemas en ser molestados. Además, dicho parking se encontraba por debajo del nivel de la carretera, por lo que ni siquiera la gente que pudiera pasear por ahí podría vernos.
Nada más llegar, mi compañera me mostró tanto el tablero como la ficha. Como seguidor de todo lo demostrable, estuve examinándolo detenidamente durante un tiempo, tiempo suficiente para poder comprobar que a) el tablero era de madera, liso y b) la ficha estaba hecha de plástico y tenía forma de triángulo isósceles (dos lados iguales). En este punto empezaron las risas interiores...al estar seguro de que todo aquello sería un fraude, y de lo que nos íbamos a reir todos los compañeros de ahí en adelante....
Nos sentamos en círculo. Éramos 6 personas, y todos nos conocíamos. De los 6, había dos personas "creyentes" (por decirlo de algún modo) y 4 personas total y absolutamente no creyentes. Encendimos unas velas y las dispusimos de modo arbitrario por el suelo; luego, por indicación de mi compañera, juntamos nuestras manos mientras ella empezó a corear diossabequé (sí, empezó a entonar algo...me pareció tan patético y ridículo que no presté atención a qué decía). Mi compañero hizo una pausa, situó la ficha encima del tablero y nos indicó que pusiéramos los dedos sobre ella para, acto seguido, continuar con su letanía.
2 minutos...nada. 5 minutos....nada de nada. A partir de los 10 minutos sin que aquello se moviera, nuestras miradas hablaban por sí solas: aquello era un fraude. Un tongo. ¡¡¡Menuda pérdida de tiempo!!! Nuestra compañero nos explicó que debido a tanta "negación", le era más difícil convocar al "ente". Con todo, ya estábamos todos ahí sentados, así que no nos venía de 30 minutos más o menos... 20 minutos, seguimos sin nada. 25 minutos... 30. . .
-¿ey? ¿has movido tú la ficha?
-¿yo?
La ficha empezó a moverse por encima del tablero. Muy poco a poco, pero sin pausa. Le costaba desplazarse, como cuando uno se acaba de despertar y tiene que levantarse de la cama...con pesadez... Mi amiga empezó a hacerle preguntas al "ente". Empezó por preguntarle su nombre: con la misma pesadez de antes, fue señalando todas y cada una de las letras de su nombre (que no recuerdo, en este punto, ¿quién no iba a creer que era mi amiga la que movía con su mano la ficha de marras?). Luego, le preguntó dónde había muerto y, mientras empezaba a moverse...
-Eres tú quién está moviendo la ficha.
-¿Yo? (sonríe)
-Claro. ¿Por qué no quitas el dedo?
-Vale (sonríe otra vez).
Para sorpresa nuestra, la ficha siguió moviéndose. Más despacio que antes, pero seguía moviéndose:
F.................
I....................
L..................
De repente empezó a acelerar.
I-P-I-N-A-S
Mientras intentaba encontrar una explicación lógica a tal dispárate, me di cuenta de una cosa: no sólo la ficha se movía en dirección a cada una de las letras de manera mecánica, deteniéndose justo encima de cada una de ellas sino que, además, de las tres puntas del triángulo únicamente una señalaba cada letra, y siempre era la misma. Es decir, la ficha de marras giraba debajo de todos nuestros dedos. Ese movimiento es imposible, ya que es imposible hacer girar 180º sin levantar el dedo nunca...
Mi compañera, complacida por nuestra "iluminación", siguió con las preguntas mientras ponía el dedo otra vez encima de la ficha. Al hacerlo, el movimiento se tornó todavía más rápido y mecánico, costaba mantener el dedo fijo encima de la ficha, había muchas veces que se te escapaba y tenías que volver a ponerlo....
-¿En qué año moriste?
1-8-9-8 (pérdida de Filipinas como colinia Española)
-Ahora que sabemos algo de ti, ¿quieres decirnos algo?
SÍ
La ficha empieza a moverse en círculos alrededor del tablero, y uno a uno, se detiene delante de cada uno de nosotros. En las caras de mis compañeros puedo ver exactamente lo mismo que estoy sintiendo yo mismo: pánico, terror. La ficha se detiene delante mía, y poco a poco...
T-I-E-N-E-S......
(en este momento empiezo a cavilar qué llevo encima...)
M-I-E-D-O
En ese momento, solté un chillido. O eso pensé, porque realmente no conseguí emitir sonido alguno mientras mi cara se empapaba de sudor...Pasado el sobresalto, fue "escribiendo" cosas sobre mis compañeros, acertando en todas y cada una de las ocasiones...siendo en muchas ocasiones cosas personales que todos los demás desconocíamos.
Antes de terminar, mi compañera nos indicó que le ofreciéramos de fumar. Cogimos un cigarro encendido, y lo pusimos en vertical (filtro hacia abajo) enmedio del tablero. Cualquier persona que haya visto un cigarro encendido y se haya fijado sabrá que, cuando inhalas (al aumentar el aire que pasa a través del cigarro y por tanto el oxígeno) la llama se aviva...y eso fue lo que ocurrió. Era como si "algo", de alguna manera, estuviera fumando. Ahí, con el cigarro encendido, consumiéndose a toda velocidad, encima del tablero de madera. Aterrador...
Mientras nos íbamos despidiendo uno a uno (para "evitar que el ente se quedara dentro de ninguno de nosotros", según palabras de mi compañera), nos escribió lo siguiente:
M-A-Ñ-A-N-A A L-A-S 8 3-0 F-E-D-E-R-I-C-O Y P-E-P-E C-H-O-C-A-R-A-N.
Al día siguiente, a las 8:30, efectivamente Federico y Pepe chocaron en clase de educación física, para estupor de todos y cada uno de los que estuvimos reunidos el día anterior (y ninguno de los cuales eran Federico ni Pepe).
¿Sugestión? ¿Ida de olla colectiva? ¿Había algún incienso alucinógeno por ahí? ¿Nos meterían algo en la bebida? Francamente, le he dado tantas vueltas a aquella noche que ojalá no fuera más que una jodida broma de mal gusto... Sea como fuere, es un tema que no suele salir a conversación muy a menudo entre algunos de los que estuvimos aquella noche y que todavía solemos juntarnos a menudo...