#116 puedes
hace tiempo que no te cuento mis batallitas y sé que las echas de menos, sobretodo en estos días de verano, en los que ya no puedo estar contigo.
La noche de los hechos yo me encontraba en la taberna de Nin, como todas las demás noches en las que no pasó nada. Habíamos empezado con los cantares de borrachos y entonces fue cuando ella entró por la puerta. Morena, bajita y con un vestido verde, así es como vi a la que sería, por una noche, la mujer de mi vida.