Esta anécdota que os cuento ocurrió cuando tendría yo unos 10 años, una noche donde estaba en el salón con mis padres viendo la película de Sleepy Hollow.
La verdad es que con esa película acabé muy rallao de la cabeza, imaginad mucha sangre, ambientación oscura, decapitaciones, etc. Cuando acabó la película mi frágil mente y cuerpo estaban con bastante tensión encima. Sumemos a esto que por aquel entonces vivíamos en una zona solitaria, en un casa muy vieja, con un pasillo kilométrico donde al final se podía ver un espejo grande y redondo... en fin, sugestión, sugestión everywhere.
El caso es que me costó la vida dormirme. Escuchaba sonidos, veía sombras reflejadas en la pared... en fin, mil mierdas hasta que supongo que por cansancio acabé cayendo en un sueño intranquilo.
No sé cuánto tiempo llevaría así, pero de repente sonó un ruido muy fuerte y me desperté. Me quedé muy quieto esperando a comprender lo que pasaba, hasta que reparé que estaba tronando. Había una tormenta del copón.
Aunque las cortinas estaban pasadas, la persiana estaba abierta, por lo que cada vez que había destellos producidos por los rayos, veía sombras detrás de la cortina que identifiqué como los árboles del patio; todas las sombras difuminadas... menos una. Había una sombra más oscura que el resto, y esta no se desvanecía cuando la luz del rayo se apagaba, se quedaba igual de opaca.
En ese momentó os juro que automáticamente pensé que era cosa de la película, que me lo estaba inventando, no podía ser lo que estaba viendo. Destello. Trueno. La sombra se mueve. Destello. Trueno. Se va acercando a mi detrás de la cortina. Destello. Trueno. La sombra empieza a apartar la cortina. Destello. Aparece mi madre. Trueno.
Estábamos a oscuras, pero si hubiese visto mi cara hubiese gritado de puro terror también, la hija de la gran puta buena mujer me dijo que sintió curiosidad por la tormenta, y que por mi ventana podía verla bien.
Han pasado 15 años y aún tengo en la retina la sombra descorriendo la cortina, casi me quedo en el sitio.