La cuestión de ser un feliz millonario, es ser consciente de que todas esas putas que están ahí moviéndote el culo y las tetas en la cara, y con las que estás conversando diariamente mientras te escuchan, son falsas, no existen, están en tu sueño, y cuando te despiertes acabando hasta el último euro del bolsillo, te vas a dar cuenta de que en la realidad eres un personaje más de la clase media al que nadie tiene interés por ti, así que espero que este buen hombre conserve amistades verdaderas y una buena familia y que se lo esté pasando bien sabiendo que esas zorritas y todos los coleguitas que se acercan a él están ahí para chupar del bote.
Mientras todo sea así, todo irá bien.
Desde luego, yo sería el hombre más feliz del mundo viviendo ese sueño, pero sin creérmelo, claro.