Imaginad el desperdicio que hubiera sido ese cuerpo en una mojigata. Pero no, Sydney ha recibido sus dones y se ha marcado como misión que todo cristo en esta tierra le vea las tetas.
Para que luego digan que vamos a peor y que no hay justicia en este mundo.
Yo solo rezo para que sea de esas pocas mujeres que con 60 años aún no se ha estampado contra el muro y la podamos disfrutar muchos años.
Pues ayer vi immaculada y no está mal, aunque hubiera preferido que fuera una peli X llamada enculada.