Poco a poco estoy comenzando a disfrutar otra vez de correr. He intentado durante estos últimos años comenzar de nuevo pero me era imposible, me veía falto de ritmo y como intentaba ir a más de lo que podía, me frustraba y acababa dejándolo.
Hace un par de semanas me puse a pensar y me pregunté: ¿Por qué seguir ritmos? ¿Por qué no disfrutar de correr y ya está?
Me puse los cascos, un podcast, y salí a trotar. Objetivo media horita el primer día, un ritmo de casi 7'/km, pero disfruté de esa tarde. Al día siguiente descansé, pero quería más.
Esas ganas siguieron al día posterior, que salí otra media horita, a ritmo de 6'30"/km. Así he estado un par de semanas y poco a poco me voy notando mejor. Ya es que salgo y "ni me canso".
Me puse objetivo de media horita por poner un objetivo, pero realmente la semana pasada salía a disfrutar, dar una vuelta por la ciudad y desconectar de todo, y anda que no sienta genial...
Me he dado cuenta que los resultados ya llegarán, pero lo importante es empezar y disfrutar del camino. No tengo prisa, no tengo nada que me ate a tener que llevar un ritmo u otro. Obvio que algún día me gustaría poder llevar al menos un ritmo de 5'/km sin acabar reventado y con agujetas, pero me lo tomaré con calma y llegará muy pronto, estoy seguro.
Solo quería dejar aquí esta reflexión. Hace unos años estaba corriendo a 4 y poco sin despeinarme (poca distancia pero lo corría) y durante estos años he intentado acercarme a estos ritmos pensando que podía, pero acababa reventado ese día y desganado para los siguientes.
La mente lo es todo, autoconsciencia y a volar.