Bueno, última salida de la semana ( Al final ayer tocó perreo ).
Trayecto normal los tres primeros km. hasta que me da por meterme de nuevo ( cabezón de mí ) en un "camino-cabras" y aunque este empieza bien, la cosa se tuerce cuando los árboles empiezan a comerle terreno al camino. La senda desaparece y sólo me puedo guiar por charcos de piedra que se medio esconden de los últimos rayos de luz que dan a ese lado de la montaña ( estaba cerca de la cresta ). Voy torciendo a izquierda y derecha y me rasgo los pantalones ligeramente y las ramas más bajas junto a los finos troncos caídos me rascan las rodillas y mi pierna izquierda se tiñe de un rojo que se seca rápido.
Empiezo a reconocer algunos claros de ese entramado de ramas, arbustos y piedras y empiezo a guiarme más rápido ( debo decir que correr por ahí es imposible siendo miope como soy xD ) a izquierda ahora y después a derecha, hasta que el camino termina de forma brusca y se transforma en un estrecho tobogán por el cual bajo casi rezando a dios por mis tobillos maltrechos. Bajo el metro y medio de tierra y subo de nuevo, un par de metros adelante, la nueva pared para continuar por el sendero. Este me lleva a la cresta de la montaña y de ahí al camino pedregoso de siempre.
Cuando miro el reloj veo que se ha parado ( ahora observándolo en Garmin no creo que sean más de 800 metros y 6 minutos ), por lo que creo que una de esas putas ramas le ha dado al botón de mi reloj a parte de arañarme un poco por debajo de la rodilla.
La verdad es que estas salidas son las mejores.
No las de los mejores tiempos, ni las mejores zancadas, ni las mejores condiciones... pero son las mejores; las más divertidas. Debo ser gilipollas porque me gusta el campo-a-través xD
Al final 7,55 km y un par de rasguños para las risas