Vengo desesperando después de 2 meses con problemas de rendimiento con Windows 10.
Cada vez que intento instalar desde un USB el SO da un error diferente ya sea que falta un archivo de arranque, no carga después de la instalación o da un pantallazo azul con problemas de configuración.
Cuando por fin consigo que se instale, siempre me baja el rendimiento una barbaridad cada vez que me pide una nueva actualización, alrededor de 3-4 semana después de instalar, y cuando consigo instalarlo mediante el catálogo de Windows me baja aún más el rendimiento y tengo que formatear. También cada vez que me sale una nueva actualización acumulativa de la versión 1803 no consigue instalarse y me da error continuamente.
Visto lo visto, merece la pena seguir con Windows 10 o mejor tirar a Windows 7 como solución temporal?