Prueba a conectarte a la IP del rúter como usuario avanzado o el que permite ver más información, revisa la configuración de la WiFi, mira que esté activada, que el nombre no haya cambiado, lo mismo para la contraseña y que el sistema de encriptación sea el correcto.
Comprueba que no esté activada una lista blanca de equipos que se puedan conectar, normalmente se pone la MAC, o bien al revés, que haya una lista negra de equipos que no pueden hacerlo.
Si está todo correcto, prueba a conectarte con un móvil o un equipo para ver si se conecta o no.
Revisa la configuración del punto de acceso.
Si no lo consigues puedes intentar apagar y encender el rúter o bien realizar un reinicio de fábrica, aunque esto último borraría los cambios realizados sobre la configuración inicial.
Puedes llamar al proveedor para que te intenten ayudar.