El 12 de mayo de 1999 llegaba a la placa CPS3 Street Fighter III: 3rd Strike, la segunda y última revisión de Street Fighter III que, a pesar de no contar con el favor de muchos de los jugadores en su momento, el tiempo lo ha convertido en uno de los mejores —si no el mejor— Street Fighter de la historia gracias a haber apostado por ser un juego complejo y profundo, pero sin olvidarse de ser divertido.
El título incluía cinco personajes más que la versión anterior, cuatro completamente nuevos en la serie como Q, Makoto, Remy y Twelve; y Chun-Li, que regresaba tras su ausencia en las dos iteraciones anteriores. Akuma, personaje secreto en 2nd Impact, se convirtió en el personaje jugable número 19 del juego, 19 personajes cuyos diseños y animaciones siguen siendo un referente a día de hoy, a los que les acompañó una de las mejores bandas sonoras de un juego de lucha.
En cuanto a mecánicas, el juego amplió el sistema de parry introducido en Street Fighter III con la inclusión del Red Parry, que permitía a los jugadores ejecutar parrys durante el blockstun. Los comandos para realizar agarres también fueron modificados, haciéndolos similares a lo ya visto anteriormente en Street Fighter Alpha 3 en el que había que pulsar dos botones a la vez, y que se convertiría en el estándar para los siguientes juegos de la serie.
Además, Street Fighter III: 3rd Strike tiene el honor de contar con el momento más emblemático de cualquier competición de videojuegos: el Evo moment 37, en el que Daigo fue capaz de hacer quince parrys consecutivos al Super de la Chun-Li de Justin Wong cuando solo le quedaba un píxel de vida y llevarse la primera partida de la final de perdedores del Evo 2004.
Pero lejos de morir, 20 años después todavía se celebran múltiples torneos de 3rd Strike en todo el mundo, entre los que destaca la Cooperation Cup un torneo por equipos de cinco jugadores que se celebra en Tokio de forma anual.