¿Eres un eurogamer que solo piensas en hacer puntos y más puntos teniendo un jardín bonito? Arboretum no es para ti.
¿Eres un ser sin corazón que solo quiere ver a sus oponentes humillados, destrozarles sus sueños de puntuar para después recordárselo toda la sesión de juegos? Vas a flipar con Arboretum.
Arboretum no es un juego de hacer el jardín más mono, Arboretum es LA PUTA JUNGLA DE CRISTAL BOTÁNICA, que os quede claro desde el principio. Cuenta la leyenda que Dan Cassar viajó al infierno y volvió sin recordar apenas nada con este juego en sus manos.
Dan Cassar feat. Lucifer presenta
El juego es un sencillo filler de dos a cuatro jugadores (para mí estricto cuatro, pero va por gustos) donde estos van creando un jardín con sus cartas de diferentes tipos de árboles y puntuar por esos jardines.
Cada jugador empieza con una mano de siete cartas. Cada carta tiene un numero del 1 al 8 y un color/tipo de árbol. Cada turno iremos robando dos cartas, bajando una de ellas y descartando otra en una pila de descartes propia para cada jugador. A la hora de robar, se puede robar de cualquier pila de descartes o del propio mazo de robo, ya que es muy posible que los demás jugadores tiren cartas que puedan interesar a los demás. A la hora de bajar cartas hay que tratar de hacer caminos en orden ascendente y ortogonal entre dos cartas del mismo color, sin la necesidad de ser estrictos (del 3 puedes pasar al 6) y pudiendo poner entre medias cartas de otros colores.
Un jardín en proceso (Versión deluxe del juego)
El juego finaliza cuando el mazo de robo se acaba y se pasa a puntuar.
Pero Norg, has dicho que con este juego podría reventar a mi suegra y devolverle todas las pullitas que me ha soltado en el pasado pero lo único que veo es un filler mediocre como los miles que he jugado.
Alto ahí, eso no es verdad por dos razones.
1- Tu suegra te mea en los juegos de mesa, mancazo. Vete a llorar a una esquina.
2- Aún queda por hablar de la fase de puntuación. En la fase de puntuación se va a ir color por color puntuando los jardines de una forma fuera de lo normal. Solo puntúa el jugador que tenga la puntuación más alta de ese color en su mano al acabar la partida, sumándose si hay varias cartas y teniendo en cuenta que el 8 vale 0 si sale el 1 a la hora de puntuar. Puedes ganarte el derecho a puntuar aunque tu puntuación sea 0 haciendo que todo el esfuerzo utilizado por los demás para hacer un chorrón de puntos con ese color se vaya al traste. Los colores se puntuan lo largo que sea el camino y los números de principio y final. Cuando se hayan puntuado los diez tipos de colores se computa quien ha ganado la partida, quien ha perdido más amigos y si te cae alguna colleja de tu suegra, cinturon negro negro en jiujitsu, por perdedor.
Esta manera de puntuar hace que lo que parecía una mano holgada de siete cartas (nueve con las dos que robas) tengas que exprimirte el cerebro para mantener las cartas necesarias para puntuar tú, para joder a los demás, seguir jugando algo valioso y tratar de no descartar algo jugoso para los demás. Al final de la partida no es raro jugar con una mano 'real' de dos/tres cartas quemándote el cerebro por no saber de dónde robar, qué bajar y qué descartar. Nuestras partidas por lo general acaban a grito pelado de pie rodeando a la mesa a ver quién apuñala de manera más vil a los demás. Y más de un jugador con 0 puntos totales también han caido.
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