[...]Creo que es obvio que ha sido gracias a GW que este hobby ha crecido tanto y ha cogido la fama que tiene. El problema ha sido y sigue siendo que podríamos llegar a afirmar que en la práctica GW tiene un monopolio sobre el mercado.
Me refiero a que todavía mueve la mayor parte del mercado, aunque reconozco que hay otros juegos que están haciendose cada vez más grandes en parte gracias a la decadencia de GW.
Pero ¿a qué se debe esta decadencia? Yo lo achaco a la salida a bolsa y demás factores que hicieron que los directivos de GW pasaran de ser jugadores metidos a empresarios a inversores de traje y corbata que no sería de extrañar que no tengan ni idea de lo que realmente están vendiendo y que incluso consideren que venden caras figuritas de juguete para niños de papás ricos.
Se ha comentado varias veces que una empresa no debe “mimar al cliente” porque su objetivo es ganar dinero. ERROR. Precisamente, si desea ganar dinero, debe conservar su clientela, tiene que mantenerla contenta, tiene que mimarla.
Las decisiones que lleva tomando GW desde hace años son en su mayoría totalmente cuestionables no ya desde el punto de vista del aficinado a Wargames sino también desde el punto de vista de un empresario que quiera mantener su negocio a flote a largo plazo.
Para empezar, los precios tan desorbitados (y cada vez más) que les ponen a sus productos. Estos precios son injustificados ya desde el momento en el que ves que las empresas competidoras que hay, a pesar de ser infinitamente más pequeñas, ofrecen precios más competitivos.
Después de lo dicho, si GW pone esos precios a sus productos porque realmente no tiene margen para bajarlos, entonces es que tienen un problema MUY grande en cuanto a gastos de diseño/fabricación/distribución que no ha sabido o querido solucionar.
Luego está el tema de las reglas. Se supone que una parte importantísima de este hobby es que puedes jugar con él, hay un reglamento con el que los jugadores buscan competitividad, diversión, estrategia, etc…
Las empresas emergentes han intentado crear reglamentos que les aporten a los jugadores todo eso. Sin embargo, GW ha modificado sus reglamentos con el principal y evidente objetivo de vender más y más miniaturas. Esto los clientes lo ven y como es obvio es mirado como algo muy negativo, porque hace que los jugadores no solo tengan que gastarse más dinero (con miniaturas cada vez más caras) sino que estos cambios no aportan nada o incluso perjudican a la diversión/estrategia, etc… antes mencionada. Haciendo, como es lógico, que estos clientes miren con cada vez más atención otros juegos más baratos y con mejores reglamentos.
También tenemos el tema de la estética, que para mí es importante y yo creo que para otros muchos también:
Se supone que tanto Warhammer como Warhammer 40k son universos con una ambientación muy oscura, barroca, casi apocalíptica. Es decir, son universos con estética madura y seria.
Últimamente, con cada nueva renovación ha sido más y más evidente que GW ha decidido sacrificar esta estética tan barroca y seria por algo más desenfadado y “cartoon” (a mi las nuevas miniaturas cada vez me recuerdan más a la estetica del World of Warcraft).
Esto nos lleva al que creo que es el mayor error de GW y del que yo diría que derivan todos los demás: el público objetivo.
No se la razón, quizá sea por lo que he dicho al principio de que ahora GW está comandada por inversores de traje y corbata que no tienen ni idea de lo que están vendiendo y a quienes solo les interesa recuperar su inversión y ganar dinero con la mayor velocidad posible, pero todo parece indicar (según mi punto de vista) que el público objetivo de GW son ahora los niños y adolescentes, dejando de lado al público maduro.
Esto es un error de base terrible, ya que no nos engañemos: este hobby es caro. Además, si tu juego se basa en batallas masivas en vez de en escaramuzas lo es todavía más (una razón más para ofrecer precios competitivos y que la competencia no te devore). Necesitas un público objetivo que no solo tenga capacidad económica suficiente no solo momentanea sino a largo plazo. Un público que pueda ser fiel porque pueda permitírselo.
En definitiva, necesitas de una base sólida y grande de público en un rango de edad “maduro” (no niños) que pueda gastar su dinero con frecuencia y a lo largo del tiempo.
El cambio de estética que está antes comentado hacia lo cartoon y desenfafado choca frontalmente con esta necesidad de público maduro: a estos clientes les interesa una estética más adulta, algo más serio, algo fantástico pero no fantasioso (que hay diferencia entre estos dos conceptos y mucha) y reglas equilibradas que supongan un auténtico reto y no unas facilonas que te lo dan todo másticado que solo dependan de la suerte o de quien se ha gastado más dinero en el bicho más grande o en el regimiento más grande.
Otro asunto es el nefasto trato a las tiendas independientes. Esta actitud es absurda y contraproducente se mire como se mire ¿por qué? Porque donde está gran parte del público objetivo de GW no es en sus propias tiendas, sino en las tiendas independientes: La gente que va a una tienda GW es o porque no tiene más remedio o porque ya es un comprador habitual de los wargames de esta empresa.
A este comprador que ya está “enganchado” hay que cuidarlo y mimarlo para conservarlo y que siga dando su dinero, eso es algo obvio y básico, pero si GW quiere captar nuevos clientes, estos están localizados en las tiendas independientes ( me ha salido una rima y todo hoyga!). En estas tiendas están los jugadores de otros juegos y clientes nuevos que entran en este mundillo por primera vez. Es a esos dos tipos de clientes a los que tienes que seducir para que compren tu producto y para poder hacer esto tienes que dar facilidades a los dueños de estas tiendas para que quieran vender lo que produces. Si no haces más que putearlos, no querrán vender tu producto y no traerás “sangre nueva” a tu base de jugadores.
Luego también está el tema de los “juegos de especialista”. Estos juegos creo que tenían una función básica dentro del tema del tipo de cliente objetivo y de su capacidad económica: Como ya he dicho, los wargames de batallas masivas son caros dentro del propio mundo de los wargames por su propio concepto.
Dentro de nuestra madura (que no sean niños, vamos) base de clientes con capacidad económica, obviamente tendremos rangos (normalmente de edad) en los que estos clientes tendrán mayor o menor capacidad económica. Además, gastarse de golpe cientos de euros en un juego tan solo para empezar a jugar echa para atrás a cualquiera.
Para solventar estos dos problemas los juegos de especialista eran perfectos: por un lado, ofrecian una gama de productos más asequible mediante la cual podías enganchar a público más joven o con menor capacidad económica (o que sencillamente no quieren gastarse tanto dinero) y así tener la posibilidades de que en el futuro jugaran a tus juegos más caros y por otro lado, ofrecias juegos (como el gran mordheim o necromunda) con los que los jugadores que empezaran a coleccionar miniaturas de fantasy o 40k pudieran gastarse poco dinero y ya desde el principio pudieran empezar a divertirse con sus figuras (que son compatibles con estos juegos de especialista) y así animar a dichos jugadores a ir gastandose el dinero poco a poco en aumentar su ejército y jugar a tus juegos más masivos y caros.
Aunque podría seguir escribiendo sobre las otras muchas cosas en las que pienso que está fallando GW en su política, voy a concluir ya diciendo que para que esta empresa vuelva a ser tan fabulosa como lo fué en el pasado, creo que esta debería ser su política:
- Tener precios más competitivos en comparación con sus (pequeños) competidores.
-Recuperar o crear una nueva gama de juegos de especialista, que ya no sean de especialista, es decir, que GW los trate como se merece.
- Recuperar la estética oscura y barroca que se supone que deberían tener fantasy y 40k y volver a la fantasía y abandonar lo fantasioso.
-Crear reglas nuevas que puedan competir y superar las que está produciendo la competencia aumentando la estrategia, la competitividad, la inmersión, el “realismo” (dentro de la propia fantasía o scifi) y en definitiva crear un juego más divertido y maduro en lugar de pervertir las reglas para vender todas las miniaturas posibles.
-Apoyar a las tiendas independientes (y las propias, claro) para que se sientan cómodas ofreciendo y vendiendo tu producto.