Ayer vi a lucifron y me puse contento. Me recordó esa época del Starcraft que tantos seguimos con pasión. Eran momentos de bonanza, todo iba bien y se era muy impermeable a las quejas. Nos contentábamos con ver a los nuestros jugar contra grandes figuras y competir en matches épicos contra los Stephanos y Ryungs de turno. Esos momentos en que Idra todavía podía llegar a sorprender y pasar en un grupo en el que se encontraban roro y el francés ya mencionado.
Sin embargo, tras oír la amarga noticia de ayer, entregada a través de una herramienta regeneracionista cómo es la de citar, me puse triste. Volví, inconscientemente, al momento en que había visto a lucifron y esta vez me recordó el cambio al Hots, ese momento en que el juego le había quemado tanto por culpa de los blink allin en cualquier mapa y los coinflip en torneos importantes, sumado al bagaje de los infestors que no le permitieron brillar más en lo que era la cúspide de su carrera. Fue ese un tiempo de decadencia, algo que nadie hubiera imaginado al principio de todo cuando se sacaban 20k de viewers en los streams populares y pensábamos que iba a durar para siempre.
A todo esto se suma nuestra particular cruzada. La destitución de dupond y la elección a dedo de nuevos candidatos fue un fuerte golpe para el foro que, forzado al exilio sobrevivió como pudo, perdiendo integrantes durante el camino, hasta que pudo volver, ya cansado.
Parecía que si aguantábamos lo suficiente LOTV sería la expansión que devolvería a la vida el juego que tanto hemos querido, HOTS estaba estancado, Blizzard no le dedicaba recursos y la competencia no ha parado de mejorar y aprender de los errores.
Lotv no pudo ser el lázaro. No ha salvado el juego ni mucho menos el subforo. Faltaba pasión. Avilo llegó demasiado tarde.