Buah, hay horas y horas de mi infancia en esa pequeña lista...
El Blake Stone (y su secuela Planet Strike) eran otros dos de las decenas de shooters clónicos que llegaron con el pelotazo de Doom, y como el resto, no le llegaban ni a la suela, pero para quienes les gustaran los shooters eran la mar de entretenidos, con sus secretillos y sus NPC con bata blanca que a veces te ayudaban y otras se liaban a tiros contigo en cuanto te acercaras... Tenía su encanto.
Los Math Rescue/Word Rescue eran unos platformers educacionales en los que te daban una palabra en inglés y tenías que buscar por el nivel el dibujo que le correspondía. Podías hasta elegir el nivel de dificultad de las palabras, y seguramente muchas de mis primeras palabras en inglés las aprendiera con este juego. De hecho creo que hasta les gustaría a cualquier enano de 4-5 años si se les pusiera ahora mismo.
El Math Rescue era lo mismo pero con operaciones matemáticas.
En el Mystic Towers controlabas a un viejo por una torre de varios pisos sorteando todo tipo de bichos y obstáculos. Era una especie de dungeon crawler con movimiento y perspectiva isométricos, e ibas recogiendo items para defenderte y atacar a los enemigos. No me lo llegué a pasar nunca, porque sinceramente me parecía duro de cojones, los objetos eran bastante limitados.
Death Rally para mi fue un auténtico pepinazo, las carreras de coches a vista de pájaro, disparando, usando el turbo y poniendo minas a la cpu. Antes de las carreras podías elegir sabotear a un jugador para que empezase con menos HP. La personalización no era mucha, comprabas la metralleta frontal del coche, las minas, los pinchos, el blindaje, las ruedas y ponías el color al coche. Eso sí, podías elegirte a Duke Nukem como conductor! Lástima de no conservar la caja después de lo que me costó hacer que me lo compraran de pequeño.
El Hocus Pocus, otro plataformero en el que llevabas a un pequeño mago. Divertido con sus secretillos y demás, pero creo que en esta época los plataformeros de verdad estaban en consolas.
Major Stryker, el shooter de naves con scrolling vertical superado enormemente por Raptor: Call of the Shadows. El Raptor sí que era un vicio con el acceso a la tienda tras cada nivel. Llegabas contentísimo de tener suficientes créditos para comprarte la siguiente arma tocha, las bombas y los escudos. Una vez tenías los lasers tochos, el juego era destrucción continua, y los bosses se hacían bastante duros en las dificultades altas, pero supongo que en general no es nada comparado con los shmup locos japoneses.
Realms of Chaos no lo llegué nunca a jugar demasiado, solo recuerdo que era un platformer más ambientado en el rollo bestias, guerreros y tías melenudas. Podías cambiar entre el tío y la tía cuando quisieras, pero a mí me mataban enseguida y lo dejé de jugar. No sé la fama que tuvo en su día ni si alguien lo recuerda ahora.
De Wolfenstein 3D, Duke Nukem 3D, Shadow Warrior y ROTT no hace falta decir nada. Los dos últimos han tenido remakes muy bien aceptados. A los dos primeros ni les hace falta de lo buenos que siguen siendo.
Secret Agent, otro plataformero super simple lleno de recogida de puntitos y saltos. Como digo, para los que aún no teníamos consolas, esos eran los plataformeros que jugábamos, lol.
Y el Wacky Wheels, otro pepinazo de carreras con animales. Todos los que lo han jugado lo recuerdan como uno de los juegos más encantadores de su infancia, llegaba a ser bastante difícil y tenía una buena variedad de fases, de modos de juego y de personajes. Hay un remake en camino, pero lamento deciros que es super cartoony y pensado para iOS, así que es mejor olvidarlo.
Si soy sincero, no sé a cuántos de estos juegos me atrevería a jugar hoy en día. Prefiero conservar el buen recuerdo que tengo de mucho de ellos. Entre 3D Realms, Epic Games, Maxis, Bullfrog, Westwood, Infogrames y todos los que me dejo, formaron una edad de oro en el PC que no se volverá a repetir.