AAR - EL ÚLTIMO BALUARTE - K.rarlogem
CAPÍTULO 1
Después de un día duro de trabajo, Doren, agotada, vio la carta que tenía guardada en su cofre. Ese sello siempre le daba mala espina cuando lo veía, y de repente recordó, como si fuera ayer, exactamente hace un año lo que ocurrió.
Corría el año 233, el 1º de Limestone, Doren Olinaval (Dor, cuando hay confianza) estaba en su villa al norte, preparándose para el fuerte otoño que acostumbraba a sufrir cada año. Realizaba sus tareas diarias, cuando escuchó el trote de un caballo a lo lejos, pues al haberse acostumbrado a la tranquilidad de su villa había mejorado su oído.
Rápidamente se subió a su puesto de guardia desde lo alto para observar quién quería perturbar su tranquilidad y la de los suyos. Era sólo un jinete. Y parecía enano. Malas noticias - pensó. Últimamente había bastante tráfico por el alrededor, pero solían ser humanos comerciantes o algún ser desdichado que buscaba una forma de sobrevivir.
Dejó su hacha reposar, no temía al enano que se acercaba. Un rato después pudo observar que tenía los colores reales, y se preocupó. Si se exilió en la villa en la que estaba, fue para dejar atrás su vida, o al menos ese era el trato. Después de varios años en el consejo real, el estrés diario pudo con ella, y tuvo que pedir un tiempo para despejar su mente. Hizo las maletas, y se fue, para no volver jamás. O esa era la idea.
El jinete bajó y saludó con la mano. No le conocía, parecía joven e inexperto. Buenas tardes, traigo malas noticias, señora - espetó el joven sin quitarse el casco. Parecía preocupado. Sin recibir respuesta, entregó la carta que llevaba el sello real.
Dor quitó el sello e intentó leer la carta. Sus 52 años le impedían leer de cerca, pero pudo alejar algo la carta y hacer que las letras fueran claras.
"A la atención de Doren Olinaval,
tus tres años de exilio han sido suficientes para saber que no ibas a volver. Lamentablemente dentro de poco no va a lugar al que volver. Los clanes que tratábamos de controlar de criaturas malignas se han reunido bajo el mismo estandarte. Mis exploradores han confirmado un ejército que no podremos contener.
Estamos huyendo todos Doren, y no quería que no lo supieras. Reúne a tus conocidos, ve al norte, e intenta sobrevivir al invierno. Siempre supe que podías trabajar bajo presión y sabías tomar buenas decisiones. Aquí no hay futuro para nosotros.
Cuídate,
El Rey."
Un año después, ahí estaba ella, junto a sus 6 amigos que reclutó para alejarse del tumulto e intentar sobrevivir a los tiempos que corrían. Pudo avistar una caravana a lo lejos, pero no veía al mensajero coordinador que solía acompañarlas.
Les saludó y les invitó a entrar. Las responsabilidades recaían sobre ella. En momentos difíciles no se elige al mejor, sino al capaz. Tan rápido como descargaron sus bienes, se hizo el trueque. Todas los bienes que se habían fabricado, de hueso, piedra y de madera, fueron intercambiados por bienes de necesidad, como pieles para poder hacer ropa, hilos para coser, y algunas semillas exóticas.
Según cerraban los negocios, se presentaron 6 enanos más en la entrada de la fortaleza. Siendo en total 20, Dor pensó que ya era hora de instaurar el capitalismo y crear la propiedad privada, con tintes socialistas. Sólo por el hecho de ser enano, cada uno tendrá derecho a su espacio privado, con su cama, su armario y su cofre para sus cosas. Más adelante tendría que pensar en cómo defender el fuerte de posibles amenazas, pues las 6 trampas no iban a frenar a la mayoría de invasores.
El filón de Magnetita que se encontró estaba deseando ser explotado, y que se pudiera empezar con la fabricación de armamento, estatuas y muebles de calidad.
Como se puede observar, Dor gusta de organizar el espacio y no fabricar demasiado. El almacenamiento tiene un coste, y esos costes a no ser que sean necesarios (como en tiempos de guerra), se pueden evitar y de esta manera se consigue mejorar la cadena de suministro de la fortaleza.
O eso creía después de realizar un conteo rápido visual. Tendrá que buscar a algún enano iluminado que no se aburra demasiado contando setas, plantas, alcohol y huesos.
Después de un año, el programa "Arca de Noé" ya estaba dando sus frutos. Se habían separado por parejas algunos animales, con el propósito de que tuvieran su espacio privado para pastar, y poder procrear. La fortaleza contaba con 4 parejas de animales: dos llamas, dos jabalíes, dos caballos y dos cabras.
Como se podía observar, los jabalíes, las cabras y las llamas ya habían procreado.