En ocasiones, al igual que sucede en otras artes, en el mundo de los videojuegos surgen personas que sin que nos lo esperemos maravillan a todo el mundo con sus creaciones. Lo hemos podido ver con Eric Barone y su excelente Stardew Valley, y, desde ya, os aseguro que Joakim Sandberg es otro de estos pequeños grandes artistas. Su obra Iconoclasts, así lo va a demostrar en las semanas y meses venideros, puesto que tras siete años de duro trabajo, se nota que aquí hay calidad y auténtica pasión por el mundo del videojuego.
Pero antes de nada, pongámonos en situación. Somos Alondra, una mecánica en un mundo gobernado por una sociedad religiosa en la que el uso de la maquinaria y el combustible que las hacen funcionar, el Marfíl, están estrictamente regulados por ellos, quienes dicen representar al dios al que todo el mundo teme, pues los pecados se pagan caros con la llamada Penitencia. Así pues, Alondra como mecánica debe medir cuidadosamente sus pasos si no quiere terminar en el punto de mira de esta organización que controla todo, o casi todo... Sin embargo, la aventura comienza con un acontecimiento que desencadenará una serie de sucesos que cambiarán la vida de Alondra y la de su planeta al completo para siempre. Y hasta aquí puedo decir, de verdad, a nivel argumental el juego me ha sorprendido muchísimo, es tal la profundidad que tiene en cuanto a lore que es algo que para nada uno se espera en este tipo de juegos.
Vamos a conocer a muchísimos personajes muy interesante a lo largo de la aventura, tanto enemigos como aliados, cada uno de ellos con una personalidad y una épica arrolladoras, por momentos incluso vais a creer que estáis en un jrpg dada la cantidad y calidad de los diálogos. Es una trama que no solo se sigue con muchísimo interés, si no que además saber combinar con maestría momentos de humor, drama o acción. Y a la que solo se me ocurre una palabra para describirla; Sublime.
En cuanto a la jugabilidad, que es otro elemento importantísimo en esta clase de videojuegos, tranquilos, está a la altura de los mejores plataformas y/o metroidvanias que se os puedan venir a la cabeza. El control es perfecto, y las animaciones rápidas, los saltos los puedes ajustar al milimetro y tenemos una amplia gama de movimientos, desde saltar, agacharnos, reptar, engancharnos a los bordes... Nada se echa en falta cuando juegas a Iconoclast ni tampoco sientes que nada sea mejorable en ningún momento, de nuevo se vuelve a notar que su creador ha aprovechado mucho esos 7 años que le ha llevado crear esta maravilla virtual.
El desarrollo del juego es una mezcla entre metroidvania y juego de plataformas, pues a principio avanzamos por zonas mientras dejamos otras atrás, no obstante llegados a cierto punto podremos regresar libremente a todas las ya visitadas, dando como resultado un enorme mapeado coherentemente interconectado. No en vano contaremos con el típico minimapa donde ver las habitaciones estructuradas en cuadraditos, por tanto, la exploración es fundamental para descubrir secretos.
En los escenarios nos iremos encontrando enemigos a los que despacharemos con nuestra pistola aturdidora o bien a golpes cuerpo a cuerpo con nuestra fiel llave inglesa, que además ésta nos será útil para resolver ciertos "puzles" que encontraremos, los cuales siempre se combinarán siempre con plataformas, dando como resultado un gameplay que en ningún momento se torna monótono. Por supuesto conforme avancemos iremos obteniendo ciertos objetos que nos brindarán nuevas habilidades, al tiempo que nos permiten acceder a zonas previamente inaccesibles. Y además, podremos craftear ciertas mejoras que nos otorgarán más salud o mayor velocidad de movimiento etc. Por lo que esto último es otra capa más de profundidad en la jugabilidad.
Por si fuera poco, el juego nos irá sorprendiendo a cada paso con pequeñas mecánicas que rompen por completo con la fórmula habitual de plataformeo etc. Por ejemplo, lo mismo estamos escapando de unos guardias con sigilo, que participando en un minijuego que simula el tres en ralla, por poner dos ejemplos. Y lo más increíble que es nada está metido con calzador, todo tiene su por qué a nivel argumental.
Los jefes finales, que por cierto hay más de 20, merecen una mención a parte. El primero, muy simple, sí, solo es el tutorial... El resto, a cuál más original que el anterior, sinceramente, una sorpresa tras otra. Cada uno con sus mecánicas propias y bastante desafiantes (sin llegar a frustrar). No hay ni un solo enfrentamiento que mínimamente se parezca a otro, y eso en un juego con tantos jefes finales es todo un logro, os lo aseguro. Hablar de los enfrentamientos es hacer spoilers, porque de verdad, derrochan originalidad por los cuatro costados y están tan ligados a la propia trama del juego que es mejor no decir nada más. Tan solo recomendaros tirar por el modo difícil, ya que será una experiencia más satisfactoria, puesto que en este modo los jefes finales cuentan con más ataques y son mucho más divertidos.
Para terminar, el apartado gráfico y sonoro, decir que están a la altura del resto del programa. Cuenta con unas animaciones exquisitas, los personajes muestran muy bien sus emociones con ese pixel art tan bueno que tiene Iconoclast (mucho mejor in-game que en las imágenes, ya os lo digo) y la banda sonora es buenísima, con temas muy variados que mezclan sonidos retro con toques modernos muy bien medidos. Las canciones se nos quedarán grabadas en nuestra cabeza sin darnos cuenta. Lo que es una señal inequivoca de que tiene gran calidad. Y por cierto, el juego está perfectamente traducido al español,además de contar con una duración generosa de entre 12 y 15 horas.
Valoración
Con Iconoclasts Joakim Sandberg se ha ganado su puesto entre los grandes artistas independientes de este sector. Los 7 años de su vida que ha dedicado a este proyecto, han dado como resultado una OBRA MESTRA en mayúsculas dentro del género de los plataformas, metroidvanias y aventuras en general. Si eres fan de alguno de estos géneros, o qué demonios, si te gustan los videojuegos, debes tener Iconoclast. Es un imprescindible y uno de los primeros grandes juegos de este recién comenzado 2018.
También disponible para PS4 y Vita.