Análisis de Juicy Realm

Juicy Realm es un videojuego desarrollado por el estudio independiente SpaceCan que viene para engrosar el extenso catálogo de juegos roguelike que ya hay en el mercado. Con un diseño artístico francamente bueno y las típicas reglas del género como los escenarios aleatórios, enemigos y armas por doquier o el tener que volver a empezar desde el principio cuando muramos. Todo ello mientras nos enfrentamos a un ejército de frutas mutantes asesinas.

Poniéndonos en situación

Pese a que el argumento no suele ser algo importante en este género, en Juicy Realm tenemos una pequeña premisa argumental, la cual nos pone en situación para tomar las armas contra unas plantas y frutas que tras un extraño suceso se han puesto en la cima de la cadena alimenticia.

Muchos años en el futuro, la humanidad contempla a las plantas y frutas con desesperación, ahora éstas están en la cima de la cadena alimentaria. ¿Cómo pudieron haber sido tan arrogantes?

Solo cuando a las plantas y sus frutos comenzaron a brotarles brazos, piernas y a desarrollar autoconciencia, la humanidad comenzó a comprender la amenaza que planteaban estas criaturas dependientes de la fotosíntesis. Nadie podía entender cómo las plantas lograron este gran salto evolutivo en tan poco tiempo, algo que a sus homólogos animales les llevó millones de años conseguir. Una cosa es segura, ahora es el momento de que la humanidad se ponga en pie y luche por volver a estar en la cima de la cadena alimentaria.

Jugabilidad

La forma de jugar a Juicy Realm no difiere mucho de la de otros títulos del género, aunque me ha recordado bastante a Enter the Gungeon. Tras un breve tutorial comenzaremos en nuestro campamento base, donde deberemos elegir a uno de entre 5 personajes seleccionables. Cada uno de ellos tiene sus propias estadísticas, armas de inicio e items especiales. Una vez hecha nuestra selección nos meteremos en harina avanzando por diversas zonas o biomas, limpiando salas antes de poder pasar a la siguiente mientras vamos recogiendo items por el escenario, ya sean de salud, munición o dinero que soltarán los enemigos al morir.

Podremos llevar dos armas al mismo tiempo, aparte del objeto especial único de cada personaje, (por ejemplo la mercenaria tiene una torreta que se despliega en el suelo y dispara a los enemigos o el niño cejudo cuenta con una granada) y un botón de esprintar que hace las veces de botón de esquivar (aunque con unos segundos de recarga). Hay un buen surtido de armas que encontraremos o compraremos, algunas bastante originales como un teclado que dispara letras, aunque solo hay dos grupos disponibles, de fuego, a las cuales seles agota la munición y de melé, éstas son de duración ilimitada, aunque te arriesgas más a recibir daño.

Interesante pero escaso...

Su planteamiento es muy similar al de otros títulos, como ya digo, avanzar por zonas hasta llegar al final de cada una donde nos aguardará el boss final de fase. Los bosses son ciertamente originales puesto que requieren de una estrategia concreta para eliminarlos, aunque por desgracia, con Juicy Realm pronto nos vamos a dar cuenta de que es extremadamente escaso en sus contenidos.

Apenas hay 4 o 5 bosses en total, o lo que es lo mismo, 4 o 5 zonas distintas, que pese a que sean de diseño procedural, se sienten siempre casi idénticas cada vez que pasas por ellas. Es un juego bastante corto y con muy poca rejugabiliad, ya que aunque existe la posibilidad de desbloquear mejoras para nuestro campamento base, como tener tiendas para salir con mejores armas en partidas posteriores etc. El hecho de no tener apenas incentivos para seguir haciendo runs y lo escaso de sus contenidos en general (muy, muy pocos bosses y poquisimas zonas distintas) hacen que se le acabe la mecha demasiado pronto. Tampoco ayuda la monótona banda sonora, que adolece de ser muy genérica y sin ningún tema pegadizo para acompañar a la acción que vemos en pantalla.

Cabe destacar eso sí su excelente diseño artístico, sin duda lo mejor del título. Cuenta con un diseño de personajes, enemigos, escenarios y animaciones exquisito. Aunque por desgracia un buen diseño gráfico no puede salvar a una jugabilidad tan escasa en todos sus apartados.

Valoración

Desde la distancia, Juicy Realm parecía que iba a ser un gran exponente dentro del género roguelike, quizás en parte por su excelente y llamativo diseño artístico (lo mejor del juego). Pero por desgracia una vez nos ponemos a jugarlo, nos damos cuenta más pronto que tarde de que es un juego demasiado simple y carente de contenidos. Lo que se traduce en que solo nos durará unos pocos días (o menos de uno si somos habituales del género), que será lo que tardaremos en completar el juego con cada uno de los personajes jugables.

Muy escaso en zonas, en jefes finales, en contenidos desbloqueables a base de jugarlo... Tan solo se salva por su bajo precio y solo recomendable para los muy fanáticos de los roguelikes que deseen ampliar su biblioteca por puro coleccionismo.

Os recordamos que aquí tenéis el #HG.