Los chicos de Vblank Entertainment están de vuelta tras el éxito que ya cosecharon con Retro City Rampage y esta vez vuelven con otro título que, recoge toda la esencia del anterior videojuego y la sazonan con muchas más posibilidades jugables. Por tanto en Shakedown: Hawaii volveremos a tener una alocada historia al más puro estilo GTA en una perspectiva cenital, donde imperan el sentido del humor y la acción más alocada. Todo ello, por supuesto, con ese estilo gráfico pixel-art al que nos tiene acostumbrado este estudio. Si os gustó el anterior juego, con este no debéis dudar tampoco, es un más y mejor en todo.
Tres protagonistas, juntos pero no revueltos
La ochentera historia de Shakedown: Hawaii está plagada de clichés y no va a sorprender a nadie (tampoco lo pretende), pero sin lugar a dudas el sentido del humor será una constante durante toda la partida, por lo que al final del día lo realmente importante será lo que nos reiremos ante las divertidas situaciones a las que el juego nos hará partícipes. Contamos con un trío de protagonistas bien diferenciados en sus motivaciones, pero al mismo tiempo relacionados entre sí. Por ejemplo, comenzaremos con un magnate de una cadena de videoclubs, que piensa que las cintas VHS jamás podrán ser sustituidas por ningún otro formato, aferrándose a su negocio a cualquier precio, ya sea de forma legal o ilegal. Por otra parte tenemos a su hijo, un punk que trata de ser cantante y hará lo que sea por conseguirlo, mientras que el último de los tres protagonistas será el contacto del magnate de los videoclubs, quien se encargará de ciertos asuntos turbios para su jefe.
Misiones y gestión de negocios
El trío de protagonistas nos irán llevando de un lado a otro de la ciudad mientras cumplimos toda clase de trabajos y fechorías. Cada uno de ellos con su propia línea argumental, lo que dará para más de 100 misiones, que pese a que en esencia muchas serán similares entre sí, será la divertida trama lo que realmente nos hará querer avanzar más y más.
Una de las particularidades más interesantes del título, es que pdoremos adquirir y gestionar varios negocios a lo largo y ancho de la ciudad. Lo que dará un punto estratégico al resto de su jugabilidad arcade. Además, para expandirnos aún más entre los barrios, podremos optar a llevar a cabo ciertas tareas poco lícitas, como puede ser el chantaje y la extorsión (por ejemplo ofrecer protección a los comercios a cambio de una paga extra para nosotros). Todo esto da como resultado pequeñas misiones, que en esencia son simples de hacer, pero al mismo tiempo pueden depararnos algunas sorpresas y sobre todo diversión. Lo que en combinación con la trama central del juego, hace que el mismo tengan un conjunto bastante completo dentro de su simpleza.
Al margen de todo eso, tenemos los típico de esta clase de juegos. Una jugabilidad muy arcade para conducir y disparar, montones de vehículos, policía y otras bandas que nos tratarán de poner en aprietos, persecuciones, atropellos etc. La ciudad es bastante grande, podremos entrar a casi todas las casas y edificios que veamos (algo muy interesante, sin duda) y hay muchos secretos y pruebas secundarias dispersos por ella.
De 8 a 16 bits
En cuanto al apartado gráfico del juego, se agradece y mucho que pese a seguir manteniendo el estilo pixel-art, esta vez se ha pasado de los 8 bits de Retro City Rampage, a los 16 bits en Shakedown: Hawaii. Lo que significa que tendremos mucho más detalle y personalidad en prácticamente todo. Desde los personajes, pasando por los vehículos y hasta el diseño de la propia ciudad. Todo está mucho más vivo y detallado, lo que contribuye a meternos más en el juego y a simpatizar más con los personajes. La música también cumple de sobra, con unos temas muy ochenteros con toques de máquina recreativa, perfectos para lo que vemos en pantalla y para cada situación del juego. Una delicia vamos.
Valoración final
Como digo al principio, si os gustó Retro City Rampage, ni os lo penséis con Shakedown: Hawaii, se trata de un más y mejor a todos los niveles. Es un juego que dentro de su simpleza, tiene la suficiente complejidad como para sentir que merece la pena pagar los 19,99€ que cuesta. Encierra mucha diversión y contenido en su interior. El único "pero" que le puedo sacar es que sale en inglés, aunque como sucedió con el anterior juego del estudio, es probable que con el tiempo acabe llegando una traducción oficial. A partir del 7 de mayo estará disponible en PC, PS4, Vita y Switch. Mientras que la versión de 3DS llegará más adelante.