Estaba yo descansando en mi casa en Windhelm tras una gran aventura por los senderos nevados de la zona cuando decidí que debía guardar con mucho cariño una de mis máscaras de uno de los dragon priest.
Subí al segundo piso y tras entrar en mi dormitorio deposité cuidadosamente en el armario de la mesita de noche mi valiosa máscara. Un acto sin importancia alguna pero que marcaba un antes y un después en mi experiencia en Skyrim...
Me dispuse a hacer misiones y fui a matar unos cuantos bandidos, un dragón por aquí y varios trolls por allá. Debía volver a la civilización a vender el botín conseguido cuando buscando mi "Necklace of haggling" encontré mi máscara de dragon priest en el inventario, pues nada me la puse también para conseguir mejores precios.
Tras vender todo lo valioso fuí de nuevo a casa a depositar los ingredientes en mi sala de alquimía, cerca de 300 en peso de ingredientes para luego subir a depositar la máscara al lugar que le correspondía y que misteriosamente no había hecho bien con anterioridad. Mi gran sorpresa fue cuando al abrir el armario de la mesita de noche tenía en mi poder 2 máscaras iguales del mismo dragon priest, había descubierto al gran dios DUPING, se podían duplicar objetos valiosos pero la fuente de conocimiento de dicho poder no estaba a mi alcance, había sido un accidente fortuito.
Tras horas de investigación jamás fuí capaz de recrear los poderes del dios Duping me di por vencido esperando con ansias que me volviese a escoger como portador de sus milagros.