6 de Junio de 2004
Madison, Wisconsin
Abuelo, ¿Tu estuviste con todos ellos?. ¿No es asi?
Jack Wiard sonrió y miró con cariño a su nieto – Bueno, no con todos, pero con algunos de ellos seguro – Jack a la edad de ochenta y cinco años agradecía cada vez más las horas de ocio en compañía de su familia, en especial Jimmy, el mayor de sus nietos. Jim ya había cumplido los veintidos años y a los ojos de su abuelo era una replica exacta de si mismo con su edad. Veian juntos la conmemoración del aniversario del día del gran desembarco – Mira Jim, el homenaje a los caidos. El presidente presenta sus respetos por aquellos que murieron defendiendo su pais y que desgraciadamente no volvieron nunca a casa – Jim notó nostalgía en las palabras de su abuelo y vio como la tristeza inundaba su rostro.
¿Qué edad tenías cuando fuiste a la guerra?
Pues la misma que tu tienes ahora hijo
¿Tenías miedo Abuelo? Josh dice que fuiste un heroe en Italia, dice que tu nombre aparece en las crónicas militares.
Jack sonrió – ¿Un heroe? Bueno la mayoría de los heroes están muertos, sin embargo conocí a muchos y fue un honor para mi servir con ellos. ¿Miedo? Por supuesto, los soldados alemanes tenían fama de ser los mejores del mundo, aunque el miedo nos atenazara, habiamos sido entrenados para vencerlo.
Nunca me has contado entonces por que tu nombre aparece en los anales de la historia militar – Jim trató de sonsacar a su abuelo, en el fondo la curiosidad le invadía y no recordaba al viejo Jack Wiard contando jamás ni tan siquiera una sola de sus experiencias en combate – Vamos abuelo, por favor.
Esta bien Jim. Ves esa bandera en la que aparece una A con un 5 en el fondo – El muchacho echo un rápido vistazo a la pantalla a la formación que se acercaba al altar de los caidos y la vió – Si, ¿Qué significa? – Ahora el semblante de su abuelo había adquirido una extraña mueca de rigidez – Es la bandera de la quinta división del ejercito de los Estados Unidos. Yo serví en sus filas y nuestra sangre conoció todas las costas del conflicto armado más despiadado de la historia del hombre.
Jack Wiard Comandante retirado con honores y poseedor de la medalla de honor del congreso, la mas alta distinción militar en el ejercito de los Estados Unidos, sintió nostalgia, los recuerdos brotaban caóticos, sentimientos opuestos por el recuerdo de grandes amigos y su perdida en combate. ¿Como podría contar a su nieto aquella debacle del sentimiento humano?. Los recuerdos fluían y Jack sintió como incluso despues de todo el tiempo transcurrido, sus musculos se tensaban, los nervios le atenazaban la boca del estomago, y se sorprendió aprentando los dientes con una rabia sobrehumana.
Operación Avalanche
Costa de Salerno 17 de Septiembre de 1943
¡¡¡Quiero ese calibre treinta cubriendo la entrada desde esa plaza!!!
A cubierto, agachar esas malditas cabezas, comprobar los cargadores, el contraataque vendra en cualquier momento – Jack Wiard maldijo la hora en que el Capitan Sinclair le habia propuesto para el ascenso a Sargento. La situación era complicada, incluso el General Mark Clarck comandante en jefe de la quinta división en uno de los puntos críticos de la operación había tomado la decisión de evacuar la costa y retirarse finalmente al mar. Ahora bajo la promesa de refuerzos por parte de la octava division del General Bernard Montgomery manteniamos una cabeza de playa muy frágil. Las bajas podían contarse por cientos, nunca esperamos encontrar tanta resitencia por parte de los alemanes que suponiamos a las ordenes del General Erwin Rommel. Sobre todo teniendo en cuenta que Rommel se habia desplazado al norte de Roma.
Salerno 12 de Septiembre de 1943
5 dias antes
Kurt Hoffman pensaba en su familia, pensaba en un magnifico dia en su pueblo a las afueras de Munich, ¿Que quedará de el cuando los rusos entren en Alemania? – Tan solo la idea de ver al ejercito rojo cruzando las fronteras de su pais le hacia poner la piel de Gallina. Los americanos eran diferentes, incluso respetaban la convención de Ginebra. El sonido de artillería aliada lejana le saco de sus pensamientos, Kurt miró a su alrededor con aire ausente. Cruzaban un pueblecito que se le antojó muy parecido al suyo, llevaban dos días viajando desde el norte de Roma. Un batallon completo que pasaba a las ordenes del General Albert Kesselring en el sur de Italia donde los aliados habían desembarcado y resistian posicionados en la cabeza de playa. Kurt apoyo la cabeza en el Mauser K98 y respiró hondo, parecía que su fusil le mirara fijamente como tratando de avisarle – Ayudame viejo amigo, se acercan tiempos dificiles – Kurt miró al horizonte y vió por primera vez las grandes columnas de humo que se alzaban desde la costa empequeñeciendo el sol tras ellas. No quiero morir - se dijo - no quiero morir…
Continuará…
A ver que os parece, pondré la continuacion si os gusta. Si veis alguna falta me lo decis y lo edito. Un saludo
Dedicado a la maravillosa gente de mi Clan S4W Schwarm des Angriffs von Wehrmacht (por cierto estamos reclutando [email protected], [email protected]).