#694 Creo que hay 2 problemas:
- Te estás haciendo mayor (y ya nada te sorprende, esto también me pasa a mi en cierto modo)
y 2. Como dices, no eres un fan acérrimo de la saga. Este punto juega muy en tu contra porque solamente los fans sabrán apreciar ciertos detalles y referencias a entregas previas.
Los sonidos son la esencia pura de Dragon Quest, quedan niquelados. La música pronto se podrá mejorar gracias al mod de banda sonora orquestada en PC, así que eso va a dejar de ser un problema (por lo menos en esa plataforma).
Dicho esto, no me compares este juego que sí está hecho con cariño y es un homenaje a esta franquicia, respetando a sus fans de siempre, contrariamente al odioso FFXV que está hecho para casuals y es un insulto a dicha saga y a sus fans.
Llevo una media de 4 horas desde el día 4 de Septiembre hasta hoy. Esa cantidad de tiempo al día no se la había dedicado yo a ningún videojuego desde Dragon Age Origins (en 2009). Ni el The Witcher 3 consiguió maravillarme tanto.
Si bien, reconozco que por el momento no puede rivalizar con DQVIII, he de decir que no se queda muy lejos. Y la historia promete, va mejorando poco a poco. A medida que avanzas te atrapa más. Los personajes cumplen con su cometido, no tienen diálogos muy profundos que digamos, pero ni falta que hace.
En DQVIII estaban mejor desarrollados porque solo había el héroe, Jessica, Angelo y Yangus como personajes controblables (hablo de la versión de PS2). Ahí radica la mayor diferencia en ese sentido.
Por supuesto que no todo son halagos. El juego no es perfecto, tiene sus defectos y en cierto modo es un paso atrás en lo que respecta al cuidado por los detalles.
Echo de menos el estilo de animación más de dibujos que tenía el 8 con su cell-shading preciosista. Creo que las caras de los personajes y NPCs eran mucho más expresiva y variadas. Aunque gráficamente el XI es claramente superior (a nivel visual) en todo lo demás.
Personalmente, no me siento identificado con el nuevo protagonista a diferencia de lo que me ocurrió con el Héroe del 8, pero más allá de eso, la trama es muy interesante y tiene grandes momentos.
También hay otros detalles que yo echo de menos... como el hecho de que usar telerregreso desde zonas cubiertas aquí no te chocas contra el techo (como sí ocurría en el VIII) y me molesta bastante la rebajada dificultad para atraer a nuevos jugadores. Creo que dan las cosas demasiado masadas incluso con misión draconiana y enemigos superfuertes activado; solamente ciertos bosses te ponen las cosas medianamente difíciles y te obligan a recurrir a la estrategia.
No he huido de ningún combate ni una sola vez en 80 horas. En el VIII a cada rato tenía que huir para sobrevivir al haber solo 4 personajes en el grupo e incluso grindeando era igual de difícil. Aquí tenemos hasta 8 personajes controlables en caso de que mueran 4, tenemos a un 2º grupo para rematar la faena... Eso es lo más criticable, la baja dificultad, junto a una música menos inspirada en comparación con previas entregas y ciertos detalles que se han perdido por el camino.
Pero es un juego bastante redondo y que rebosa pasión se mire por donde se mire. Pocos son los juegos donde se nota el cariño con los cuales están hecho. Este es uno de ellos, aunque también he de decir que no todos sabrán apreciarlo.
Sobretodo aquellos que se esperaban un juego revolucionario rompe-moldes.
Este juego se limita a repetir una fórmula que sigue funcionando y que muchos todavía disfrutamos. Sí, hay cosas mejorables que se podrían haber realizado con un poco más de esfuerzo, pero sigue siendo de lo mejorcito que he visto en años. Y no creo que veamos nada parecido en los próximos años.
Así que a disfrutar de esta maravilla.
Si no te está gustando, mi recomendación es que pruebes a dejar de lado sus defectos (trata de darles menos importancia) y comienza a valorar todo aquello que el juego sí hace bien.
Porque si jugar a este juego se ha convertido para ti en un deber u obligación autoimpuesta por el mero hecho de que has gastado el dinero en él, entonces ten por seguro que no vas a disfrutarlo.
De verdad, que alguien compare a estas alturas este juego con el FFXV no tiene ninguna lógica pues son dos polos opuestos.
El FFXV no respetaba a su saga madre (ese juego reconozco que a mi me produjo rechazo). En cambio, el DQXI es una oda a la franquicia (este juego es un caramelo que hay que saborear).