Dwarf Fortress V2 #HO

Mi nombre es Domas Taguznomal, soy uno de los mejores mineros del clan La fortificación del aprendizaje, bueno, en realidad solo somos dos, y a Kikrost se le cae la baba y en vez de cavar se mete el pico por el cu… ¡Hola Kikrost, que guapo estás hoy!
Errrr, por donde iba……(manchas de cerveza)…..taberna conocimos a un tipejo humano, muy majo la verdad, nos dijo que si le invitábamos a una ronda nos diría donde estaba una montaña con grandes riquezas. Yo, obviamente me sorprendí y le pregunté por qué no iba él a hacerse con ellas, ya que tenía una pinta de noble humano apestoso que nunca se lava, no como los nuestros, que cuando son nombrados se dan un bañito muy calentito…

Bueno, a lo que iba, que el humano ese piojoso dijo que era mercader y que a él le daba mucho yuyu la montaña y sus horrores. Menuda tontería, le dije yo, ¿si todo es divertido! Pero a lo que íbamos, mis chicos y yo estábamos en un asentamiento vecino ya que esos goblins nos habían echado del último bastión. Nota personal: mientras nunca se deje a la nobleza al cargo de la defensa ningún goblin entrará, hay que recordar a los 300 señores del martillo que aguantaron un asedio contra miles de kobolds.

Voy al grano, reuní a mi equipo de 5 muchachos y a Kikrost, que no se separa de mí y fuimos a comprar provisiones para el viaje y una carreta, sí, lo admito, soy un poco agarrado y le compré la carreta a unos gnomos a mitad de precio, ¡pero decían que era de los abrazaárboles!, y otra cosa no, pero los abrazaárboles hacen las mejores carretas, aunque donde esté un buen vagón de mina que se quite todo lo demás. Además, nos daban 3 ruedas de repuesto, ¡una ganga te digo yo!.

Después de agotar las ruedas de repuesto a la semana, el primero de Granite una de las ruedas de nuestro carro se partió en mil pedazos, lo que nos faltaba, con pocas provisiones y encima varados en medio de ninguna parte. Suerte que en nuestra expedición había un carpintero, descargamos todas las cosas y nuestro carpintero examinó el carro: eje delantero roto, rueda frontal izquierda inexistente, ruedas de atrás casi rajadas por la mitad, etc.
En otras palabras, jodidos hasta el otoño cuando los mercaderes sigan nuestra ruta hasta la montaña y nos puedan recoger. Aun así, no todo está perdido, somos enanos, y debajo de nosotros hay piedra, entonces, por qué no hacer un pequeño asentamiento hasta que los mercaderes vengan y con suerte venderles algo para comprar animales de carga para nuestra segunda oportunidad.

Ahora os voy a hablar de lo que hicimos para llegar hasta donde estamos ahora, años después. ¿Cómo que a la reina no le gustan sus habitaciones?, ¡Aquí todos somos comunistas, que se joda! O si no… un bañito siempre viene bien. No, su majestad, no me refería a que usted apeste ni nada de eso, sólo digo que tenemos uno de los mejores balnearios… ¿Qué hacen esos guardias con las lanzas, acaso están desfilando? Nooooo!!! ¡Piedad, por favor!

… (Manchas de sangre ocupan la mitad de la página) ….

Texto transcrito por el cronista Urist Mcscriba, La historia de Uzolsefol.