Una de las críticas constantes a Microsoft ha sido su pobre plantilla de first parties, así que su solución ha sido adquirir cuatro compañías para desarrollar exclusivas para Xbox One y Windows.
Probablemente el estudio más importante que pasa a ser parte de Microsoft, y el más sorprendente, es Ninja Theory, después de haber tardado casi un año en llevar Hellblade: Senua's Sacrifice a Xbox One.
El segundo estudio asimilado era bastante más obvio: Playground Games se unea a Microsoft después de dedicar los últimos años casi en exclusiva a la serie Forza Horizon.
A ellos se unirán otras dos compañías que ya saben lo que es desarrollar exclusivas para Microsoft. Undead Labs, que acaba de lanzar State of Decay 2, y Compulsion Games, que sigue encadenando retrasos para We Happy Few.