Aunque no me considero ni mucho menos un aficionado a los juegos de lucha en general, y tiro más bien para el lado casual de los mismos, llevo siendo fan de la saga desde el primer Soul Blade de PSX y este tipo de noticias me entristece. Soul Calibur siempre ha destacado por tener el mejor single player entre los juegos de peleas, con muchos modos y muchas horas de juego. El primer Soul Blade ya tenía un modo que viajabas por Europa y Asia, tomando elecciones y haciendo diferentes retos a cada cual más difícil, y ganabas armas y partes nueva de la historia conforme lo hacías. Lo mismo con Soul Calibur 3 y su minijuego de estrategia. Puede que no fueran modos excepcionales ni que la historia fuese nada del otro mundo, pero daba motivos para enfrascarse en la lucha y seguir avanzando, con retos de todo tipo.
Soul Calibur 5. El mejor simulador de penes de la generación.
Aquí es cuando entra el eterno debate que todos conocemos: el estancamiento de los juegos de lucha y su comunidad. No es ningún secreto que los juegos de lucha tuvieron un boom hace muchos años.
Ahora si volvemos a la actualidad, los juegos de lucha no han cambiado prácticamente nada, de hecho, han ido en cierto modo para atrás. Los juegos en 3D cada vez tienen menos repercusión y los que intentan hacer sistemas distintos al scroll lateral son criticados y desechados. Porque si no se hacen con un equilibrio concreto no recibirán buena nota de su comunidad y de las revistas, y sin esas notas no venderán. Y el mercado manda, así que todos los recursos se van al online y al equilibrio en la plantilla, olvidando todo lo demás.
¿Es esto malo? Ni mucho menos. El equilibrio y el nivel competitivo en los juegos de lucha es esencial, pero resulta bastante triste que si un juego quiera salir de esas premisas se le tache inmediatamente de aberración. Y es que en mi opinión, lo primero y más importante es que un juego sea divertido, y luego irá lo demás.
Meanwhile en cualquier comunidad de juegos de lucha
Porque todos hemos escuchado eso de: "un juego de lucha se sobra con el versus y el training". O como a un juego le sobra su modo historia o le sobran ciertos personajes por ser inútiles (u otros por estar demasiado encima de la media). Pero, ¿de verdad que tenemos que llegar al punto de prohibir todo lo que no sea versus, training o arcade?
Yo personalmente disfruté como un enano con el sistema de estrategia del Soul Calibur 3. Vale, los nuevos oficios para el modo crear el personaje tenían muchos fallos, pero, ¿y qué? Permitía mucha variedad y lograba sacarte de los sistema de peleas tan reconocible del resto de personajes.
El BlazBlue por ejemplo, tiene un modo historia tipo "novela visual" que resulta muy entretenido. Aunque la historia sea un lío, no deja de ser divertido ver como puedes ganar o perder un combate y la historia continua, desbloquear el final gracioso, ver la relación entre los personajes, tomar elecciones...
Porque estamos en lo de siempre, todo esto es opcional y si no te gusta simplemente no lo juegues.
Lo mismo de muchos de los jugadores que opinan que Smash Bros no entra dentro de la categoría de juegos de lucha. Y los campeonatos que son siempre "Fox only, no items, final destination". ¿Pues sabéis que os digo? Saber como cambia un escenario y estar preparado para eso es también habilidad. Estar listo para que tu enemigo no recoja un objeto y tú sí es también habilidad. Ser capaz de usar varios personajes y adaptarlos según diferentes estrategias es también habilidad. Por supuesto que influye la suerte, pero la suerte influye en todo en esta vida y es inevitable. Y si echas 3 o 5 combates para determinar una ronda, por mucha suerte que haya tenido el contrario en encontrar el item adecuado en el momento adecuado, en 5 rondas seguidas es prácticamente imposible que vaya a repetirse la misma suerte siempre. Y si se repite no es suerte, es habilidad por saber moverse y prepararse y jugar con los elementos del escenario.
Porque el equilibrio es importante pero incluso los juegos más equilibrados siempre tienen la balanza un poco desviada para un lado u otro, que bien que Street Fighter está spameado de Yuns, el BlazBlue está lleno de Jin con Ice Bars (al menos en niveles más bajos), el Soul Calibur es un paseo de Kiliks y el Marvel vs Campcom es una guía de tocar los huevos con Phoenix. Porque conseguir el equilibrio perfecto siempre es muy difícil, y me alegra que se intente lograr, pero ahora porque un juego no tenga un equilibrio perfecto no vayamos a destrozarlo, ya que un juego así no existe.
Por lo que en mi opinión, me parece absurdo el nivel de estúpidez al que están llegando la comunidad de estos juegos en general. Cada vez es más cerrada y más limitada porque lo único que quieren es el mismo juego una y otra vez y les da igual a qué personaje uses o no, lo único que les importa es estar en lo alto de la clasificación online de turno para presumir de e-penis. Me parece genial que tengas el pene más grande de internet pero al resto nos gustaría disfrutar mientras jugamos y tener motivos extras que ayuden a jugar aparte de la clasificación online, porque no a todos nos interesan los trofeos y las medallitas, a muchos nos gusta pasárnoslo bien.
Es como si le quitaran el modo campaña al StarCraft o a un shooter, y pusieran simplemente un escenario donde tienes que matar oleadas de enemigos hasta el fin del mundo. O ya exagerando, un RPG donde simplemente estés en un coliseo en un combate tras otro sin ningún motivo en la historia para ir avanzando o descubriendo mundo, sólo matar gente en el coliseo.
Me parece muy bien que ese sea el núcleo jugable y se intente hacer equilibrado, pero no nos olvidemos del lado artístico y de la motivación del jugador a la hora de jugar. Quiero tener que tomar decisiones, quiero explorar, quiero encontrar retos opcionales, quiero hacer estrategias para manejar a mis luchadores, quiero probar modos de juego de todo tipo, quiero desbloquear secretos, quiero conocer mejor los motivos de los personajes. Quiero divertirme, y no dedicarme a buscar la patada en la espinilla guarra para creerme progamer. Me da igual que sea un juego de pelea o el juego de Heidi, un género no determina lo que se pueda o no hacer.