Hablar de la esencia sería para mí echar la vista atrás al Final Fantasy V, que pienso que es el más puro de toda la saga.
Quizás, el mayor fallo que le veo a los últimos juegos que han ido sacando, ha sido que no dejan un rango de personalización lo suficientemente amplio como para poder experimentar nuevas formas de jugar y de derrotar a esos jefes que tanto daban el coñazo. Elementos como la personalización, la búsqueda de información y de items, y de aprender a usar a tus personajes.
Que el Final Fantasy XIII (es el único que me he pasado del VIII para arriba) me parezca, no mediocre, sino aburrido, no es porque tenga solamente entornos pasillescos o la jugabilidad de pulsar a la X para ganar. Me parece aburrido porque no deja una curva de aprendizaje y de evolución como jugador que se sustente de forma sólida. Que exista el "Comando automático" me parece incluso preferible para el ritmo vertiginoso que pueden llegar a tener los combates, basados más en los reflejos y en la rápida reacción (malditos adamantaimai...). El punto más destacable de este juego es, quizás, las formaciones, e ir jugando entre ellas durante el combate, pero no me parece suficiente. Porque, ¿qué cuesta cambiar de formación? Básicamente me colocaba justo antes del bicho y ponía la formación que me convenía, no más de 5 minutos de preparación.
Pongo el ejemplo del Final Fantasy V porque cada vez que uno quería hacerse su equipo, para empezar la fiesta, tenías que combinar entre 4 personajes unos 22 trabajos, los cuales todos pueden funcionar para ganar, pero tienes que aprender a usarlos. A pillarle el truco a los comandos mientras coseguías experiencia o algo de giles para comprar esa arma que le va perfecta a la clase. O descubrir que combinando dos clases en el mismo equipo te permitía una estrategia que te facilita mucho esa mazmorra (...hasta que tienes que pasar a la siguiente).
La verdadera esencia de los Final no son esos mega tochos de mundo abierto, o la infinidad de tareas secundarias. Esos son recursos para motivar la sensación de aventura, de estar recorriendo un mundo que descubres a cada paso... pero no es lo primordial. Lo mejor que puede aportar la esencia es la inventiva, de descubrir cuál es la mejor solución cuando un monstruo te bloquea el camino, y a partir de ahí tener el pretexto de explorar el mundo para coger práctica con las clases, recolectar objetos que te sirvan para el desafío, y a la hora de la verdad, no ganarle casi por los pelos, sino reventarle literalmente el ojete y tener tu momento de sentirte el puto amo (...hasta que llegas a la siguiente mazmorra).
Y hasta ahí mi humilde opinión (del XV ya ni hablo, a ese se la suda toda la esencia, pero ¿y lo que mola? xD).