Ayy la sal.
No me parece bien que PUBG esté por encima de la obra maestra de Mario Odisey, pero el juego ha dado en la clave con la fórmula Battle Royale, está bien desarrollada y a todo el mundo que lo juega le encanta. No es revolucionario por ser innovador como idea, sino por ser el que mejor la ha llevado a cabo.
A llorar al entierro.