MV eligió anoche que fuese primero a Hatelia y luego ya ir a por las Bestias Divinas, así que soy un mandao. De camino hacia allí me encuentro con un viajero especial, mi primer contacto con el clan Yiga (y no será el último), pero lo derroto con algún que otro apuro.
Más adelante encuentro un cofre y descubro una animación que no había visto hasta ahora. Si abres el cofre agachado en vez de darle un puntapie o abrirlo con las dos manos como lo hace Link de normal, pega un puñetazo y se hace daño en la mano. Los detalles del GOTY nunca dejan de sorprenderme.
Avanzo por un puente y me salen a paso un grupo de Bokoblins y uno de ellos de color negro (en cuanto a dificultad Negros > Azules > Rojos), lo que me deja ver que estoy en una zona por encima de mis capacidades e items actuales.
El Bokoblin marrón me pone las cosas muy difíciles y durante el combate tengo que gastar 2 hadas para no morir, además de tener que recurrir a las flechas eléctricas para electrocutarle durante unos segundos y me da acceso a su lanza con la que lo mato.
Avanzo a pata y con miedo, Thrazz no oye mis silbidos ya que está muy lejos de la zona, y por si eso fuera poco casi al final del trayecto me sale al encuentro un Moblin negro...
Huyo como una perra y sin dilación, ya habrá otro momento para darle candela.
Termino de recorrer el puente, paso por debajo de una puerta con arco y llego a un camino con arboles a los lados y la vista de las montañas heladas al fondo. Pero hay algo más, algo con lo que tuve pesadillas en mi primera vez con el juego. Si, diviso a mi primer Centaleón.
Sé que no estoy preparado para la batalla, que no tengo corazones ni hadas suficientes para afrontar ese duro reto, y que mis armas solo le van a hacer cosquillas, pero pongo mis huevos mediavideros encima de la mesa y voy a por él sin dudar, puedo hacerlo. Antes de llegar a él me lanza desde lejos una primera ráfaga de flechas de hielo que no puedo esquivar de ninguna manera y que me congelan, y una segunda ráfaga acaba con mi vida.
Centaleón, hasta otra ocasión. Bordeo la zona del enfrentamiento y al fin veo la aldea, además de otra torre por escalar. Decido ir a por la segunda tarea.
Un poquito antes de la torre veo dos estructuras con varios enemigos en ellas que me lanzan barriles explosivos. Sobrevivo a los ataques aéreos y subo a por ellos donde los mato recreándome un poquito.
Llego a la torre, la escalo y obtengo una nueva actualización del mapa. Podéis ver en el mapa que el cabrón de Thrazz se ha quedado como un rey en Kakariko y la pateada que me he pegado hasta la torre...
Por fin llego a Hatelia y su melodía me enamora una vez más.
Cerca de la entrada a la aldea hay un santuario y que se trata de la primera prueba en la que tengo que utilizar el giroscopio del mando para llevar la bola por el laberinto y hacerla llegar al otro lado.
Sin embargo decido sacarme la chorra y hacer la opción con la que muchos nos quedamos locos la primera vez que la vimos por el internet. Doy la vuelta al laberinto y lo consigo pero con dificultad.
Con la shrine completada, me dirijo hacia la derecha donde veo a varios trabajadores que intentan derribar una casa.
Hablo con el jefe (que parece llegado de Chueca) y le digo que aborten el trabajo, que quiero comprar esa casa.
3000 rupias y 30 montones de leña, me va a salir cara la operación pero me dará acceso a una choza propia increíble y a poder hacer la mejor misión secundaria del juego, va a merecer la pena.
La aldea está plagada de árboles de los que puede coger leña, así que me pongo a ellos y en 5-10 minutos tengo los 30 montones. Consejo: para obtener la leña no hace falta que primero taléis los árboles (siempre con hacha) y luego darle otro hachazo para convertirlo en leña, con dos bombas se hace la misma operación pero más rápido y sin gastar la durabilidad de las hachas.
Lo de las 3000 rupias me costará tiempo en conseguir, así que exploro la aldea de arriba a abajo.
Uno de los negocios es para cambiar de color los atuendos, pero el dueño es demasiado creepy y huyo despavorido.
Termino de explorar la zona, consigo un par de misiones secundarias y llego por fin al laboratorio.
Al entrar me saluda una niña que me indica que hable con su jefe.
Hablo con Symon, el cual me da la bienvenida y se da cuenta que llevo el tabletomando, así que llama a su ¿jefa?
Prunia, el ser más adorable de todo BotW, es la PUTA JEFA del laboratorio. Me cuenta un poco de lore y descubro que fue ella la que me puso en hibernación.
Y encima me llama piltrafa la muy hija de ... Para poder avanzar me pide una tarea, llevar la llama azul al laboratorio, así que voy pallá con mi antorcha (indispensable llevar siempre una en el inventario).
El trayecto es largo y la llama se puede apagar en cualquier momento, pero para evitar tener que repetir todo el camino hay distribuidos varios candeleros que almacenan la llama por si nos toca volver.
Finalmente completo mi misión.
El laboratorio ya tiene energía y puedo actualizar mi tabletomando con el último módulo, la cámara de fotos.
La cámara me da acceso a las instantáneas de los 12 recuerdos de Link y a una enciclopedia que podré rellenar con fotos.
Prunia me pide una foto y no le puedo decir que no.
La niña científica no necesita una abuela que le dore la pildora no.
Para saber más información sobre esos 12 recuerdos me manda a hablar con Impa.
Antes de irme descubro que puedo mejorar los módulos del tableto con tornillos y demás piezas que he ido recogiendo de los guardianes inoperativos, por lo que me mejoro el sensor y las bombas para que hagan más daño y tengan menor cooldown.
Salgo del laboratorio y me dirijo por unas escaleras hacia la zona superior donde hay un desván, y esto señores si que es algo que no vi en mi primer run y que es importante conocer.
Prunia inventó un módulo de antienvejecimiento y fue ella misma la que actuó de rata de laboratorio para ver si funcionaba o no.
La primera noche tras utilizar el módulo le rejuvenecieron 70 años del tirón.
Este proceso duro unos días y se detuvo con una Prunia con 6 años, es decir, había rejuvenecido de 120 a 6 años. Esto deja sin duda a Melisandre a la altura del betún.
Regreso a Kakariko y hablo con el pintor que me encomienda la tarea de echarle una foto a la fuente de la Gran Hada.
Gracias a ello me entero de que es un pintor que se ha recorrido todo Hyrule y que me dará pistas sobre esas 12 localizaciones de los recuerdos.
La primera de ellas la conozco, he pasado por ahí en este mismo capítulo, y se trata de la zona donde estaba el Centaleón.
Y aquí acaba este capítulo. En el siguiente iré a buscar a Thrazz, hablaré con Impa e iré a por ese primer recuerdo. A partir de ahí tendré que ponerme en marcha a por los cuatro Bestias Divinas, o no...
Debéis decidir pues en #1 por que Bestia Divina empiezo o si por el contrario me olvido de las Bestias, de conocer las cuatro grandes regiones y de sus personajes, y me dedico a chetarme a Link de una forma alternativa para el asalto directo al castillo donde se encuentra Ganon.