Opciones
Hace casi dos años, en febrero de 2017, Microsoft anunció el servicio Game Pass para su plataforma XBOX ONE ofreciendo un buen puñado de juegos tanto actuales como de la generación anterior. Quizás no fuese algo completamente revolucionario puesto que allá por 2014 PlayStation empezó su servicio de streaming PSNow donde se podía acceder a un catálogo de juegos de PS2, PS3 o PS4 desde PS4 e incluso PC más adelante.
Sin embargo, el servicio de Microsoft quitaba la barrera del streaming y permitía descargar e instalar los juegos como si fuesen los típicos que se ofrecen con los servicios online Games With Gold o PlayStation Plus. Por aquel entonces un servidor no contaba con una XBOX ONE, pero ya esa idea, el famoso Netflix de los videojuegos donde hay un catálogo al que se añaden y quitan juegos cada mes, me llamó mucho la atención.
Viendo el éxito, SONY recientemente ha añadido también la opción de descarga de títulos ofreciendo un servicio similar aunque sin contar los de PS3 puesto que no es compatible por hardware. La pega, sin embargo, es que el servicio de SONY no está disponible actualmente a nivel mundial.
A todo esto y de una manera más independiente, desde este año, Nintendo ofrece como parte de su servicio online un catálogo de juegos de NES que va aumentando y que se presupone irá añadiendo más generaciones con el paso del tiempo.
Puntos fuerte
Los servicios tanto de SONY como de Microsoft ofrecen los dos puntos más interesante a mi juicio para cualquier jugador. Por un lado ofrecer catálogo de generaciones anteriores/retro. Más de uno de nosotros nos hemos dejado juegos por jugar y que, con el paso del tiempo, bien hemos olvidado o bien que por simple pereza (buscar emuladores, desenpolvar nuestra vieja consola) ya no nos molestamos en jugarlos. Sin embargo, como parte del servicio adquiere más visibilidad y la opción inmediata de empezarlos.
En segundo lugar y creo que más importante, el catálogo más actual. Yo soy uno de los (entiendo que pocos) usuarios que pagaba PSPlus por los juegos mensuales. No suelo comprar muchos juegos al año pero si me llaman la atención muchos más, así que esos juegos mensuales me valían para probar títulos que de otra manera no iba a jugar. Ahora, como suscriptor de Gamepass estoy en esa situación pero ante un catálogo mucho más extenso y me veo a mí mismo jugando mucho más (o al menos a más variedad de títulos).
No obstante aquí el punto fuerte que sólo ofrece Microsoft es el de sacar sus títulos exclusivos publicados por ellos mismos en el servicio el mismo día que salen a la venta. Es decir, Forza Horizon 4 salió a la venta y entró en el servicio Game Pass a la vez. Nada de esperar meses o un año para poder sacarle más dinero al juego de manera individual. Así ocurrió con Sea of Thieves y ocurrirá con Halo 6, Crackdown 3 y Ori and the will of whisps entre otros.
Evolución
En estos momentos la librería Game pass cuenta con 254 títulos mientras que PlayStation now permite acceder a más de 650 juegos. Teniendo en cuenta que esto este tipo de servicio es relativamente nuevo, hay que plantearse si es viable y como puede mejorar. Las propias compañías propietarias de las plataformas actualmente tienen 3 enfoques completamente distintos.
El caso de Microsoft está siendo el más arriesgado puesto que lanzar los títulos exclusivos publicados por ella misma de salida es un aliciente cojonudo para el usuario pero una renuncia a una jugosa parte de ingresos por la venta de títulos de salida a un precio mucho mayor de lo que cuesta un mes de Game Pass. Aún así parece que la jugada le ha ido saliendo bien y va a seguir apostando por ello.
Por otro lado Sony, añadiendo la opción de descarga parece que está pensando en seguir trabajando en su servicio y no descartaría que en PS5 fuese una opción de inicio a nivel global y no limitado a ciertas regiones. Sin embargo aquí veo a la compañía japonesa más reacia a meter sus propios títulos exclusivos de salida. Al fin y al cabo es una apuesta y, por mucho que me gustaría, creo que el número de títulos que publica SONY anualmente haría que el servicio tuviera que ser mucho más caro en compensación. Aún así cuenta con muchísimo catálogo retro que ya de por sí es un gran aliciente.
El caso de Nintendo es el más difícil de predecir puesto que sigue de manera casi independiente las tendencias generales de sus competidoras. Con todo, el formato que ha planteado con su servicio online a la hora de ofrecer juegos es idéntico; un catálogo inicial al que ir añadiendo juegos de manera regular. De momento es tan atractivo como su irrisorio precio pero la jugada le puede salir bien si llegara el día en el que ofrezcan una suscripción por su Consola Virtual y expanda el catálogo con todas aquellas consolas de generaciones anteriores.
Pegas
Este tipo de servicios de alquiler de videojuegos no dejan de ser eso, servicios, y como tal tiene unos puntos positivos y otros negativos. Con el paso del tiempo estos puntos en contra realmente no me suponen un problema pero soy consciente de ellos.
En primer lugar y más obvio se trata de un servicio completamente digital por lo que el consumidor final puede estar contento de tener todo ese catálogo a tiro de piedra (más aún con las velocidades de conexión hoy día) pero para las tiendas físicas es una palada más en la tumba. Aunque no sorprenda a nadie que el negocio se vuelva cada vez más digital.
Los juegos pueden desaparecer cualquier día. Al igual que pasa con los servicios de vídeo bajo demanda los productos third party suelen tener fecha de caducidad. No es que esto sea una novedad de algún tipo pero es un factor a tener en cuenta. Puedes dejarte Resident Evil 0 para el mes que viene porque ahora estás ocupado y ver entonces que ya no está, o incluso volver a jugar una segunda vez a otro título más adelante y no encontrarlo puesto que su dueño ha decidido que el periodo de gracia ha terminado.
Se puede fragmentar el mercado. El éxito de estos servicios puede animar a otras empresas a replicarlos. El ejemplo más claro es el Origin Access de EA ofreciendo el mismo concepto en su propia plataforma Origin en PC. El día de mañana sin embargo puede hacer que Capcom, Square-Enix, Ubisoft o cualquier otra compañía desarrolladora ofrezcan su propia versión.
Esto no es intrínsecamente algo malo puesto que los juegos de estas compañías van a seguir saliendo en el resto de plataformas, pero a cambio puede que en los servicios de las propias compañías de hardware puedan desaparecer juegos valiosos de third parties para pasar a un servicio de sus propietarios y así quizás restarse valor mutuamente. Aquí entrarían luego temas de competencia, derechos, porcentajes de beneficio, etc , aunque al final hay usuarios para todo.
Conclusión
Los servicios de suscripción de videojuegos son una opción tremendamente atractiva para los jugadores y el concepto va a cambiar poco o nada. Sólo queda ver si de cara a la rumoreada nueva generación en ciernes estos modelos se convierten en parte importante de la misma de manera homogénea.
Además, son una interesante fuente de ingreso puesto que muchos usuarios siguen pagando aún sin usar el servicio ese mes (juegas en otra plataforma o que no está en el catálogo , estás de viaje, etc).
PD: Admito de antemano cualquier tipo de desconocimiento ante el funcionamiento interno de estos servicios, sobre las relaciones y beneficios que aportan al resto de desarrolladores, el coste a nivel de mantenimiento de los mismos para afirmar su viabilidad o cualquier otro detalle relacionado puesto que me intento informar pero no dejo de ser un usuario corriente y moliente con poco conocimiento de los entresijos de la industria.