Es con el oxígeno la reina indiscutible del botiquín de la RCP. Hasta casi la podríamos dejar como único fármaco en atención primaria pues, salvo los fármacos de las paradas especiales, los otros poco van a cambiar el pronóstico de manera que si con adrenalina y todo lo demás la parada no va, la probabilidad de que lo haga con otros fármacos es prácticamente nula.
Al parecer, la utilidad de la adrenalina no es tanto por sus efectos estimulantes sobre el corazón como sobre los vasos de resistencia, de forma que mantiene la presión diastólica y mejora la perfusión miocárdica y cerebral, aumentando la probabilidad de recuperar un ritmo con pulso en un paciente que mantiene un cerebro viable. Bueno, en la literatura hay amplia información sobre todo esto.
Las indicaciones son las que figuran en los algoritmos y como vemos en ellos es el primer fármaco que siempre acaba estando indicado, si la reanimación no consigue éxito antes, y con independencia del ritmo de parada. Las ampollas son de ml con una dilución 1:1000. Administramos una ampolla cada 2 ó 3 minutos o cada 10 ciclos de ventilación y masaje, hasta que se recupera pulso o se suspende la reanimación. Como no resulta fácil contar los minutos, y tanto da segundos arriba que abajo, se puede decir que la inyectamos cada dos por tres, lo que en la práctica se traduce que una persona tiene que estar cargando e inyectando continuamente y casi en exclusiva.
Primaria plantea una situación especial en el sentido que los algoritmos suponen que se conoce el ritmo de la parada antes de administrar drogas, pero sabemos que todavía hay centros que no tienen desfibrilador; cierto que el electrocardiógrafo puede ser una ayuda, sólo diagnóstica, claro, aunque tampoco estará disponible siempre. En todo caso, si atendemos una parada sin monitorización la administración o no de adrenalina y cuando, es algo que no está definido y lo tendremos que definir nosotros sobre la marcha; creo que en tal situación y con una PCR correctamente diagnosticada lo más razonable es administrar la adrenalina siempre inmediatamente después de poner en marcha los primeros ciclos de la básica, repitiendo la administración con el mismo ritmo, una ampolla cada tres minutos aproximadamente, hasta que la reanimación tenga éxito o se suspenda por fracaso tras cumplir los tiempos recomendados que, recordad, en estas reanimaciones son menores o recibamos ayuda externa.
Se han probado otros simpaticomiméticos, noradrenalina, dopamina..., en el tratamiento de la PCR en un intento de sustituir a la adrenalina. Ninguno de ellos ha demostrado más ventajas y si más problemas, lo que no quiere decir que no tengan su sitio para tratar estados de preparada o postparada pero sin indicación hoy por hoy, según mi criterio, en primaria; saber que existen, quien desee más puede consultar la literatura, que el saber no ocupa lugar aunque sí neuronas.