Tirar de nostalgia lanzando un clon mediocre de un clásico de las recreativas es el pan de cada día en Steam, pero muy de vez en cuando aparece alguna sorpresa que incluso es capaz de superar al juego que replica en muchos aspectos.
Allá por 2016, un par de austriacos lanzaron una de esas sorpresas con un Pang que pasó bastante desapercibido, pero que llegó a conseguir un 89 % de análisis positivos en Steam y buenas críticas en la poca prensa que le dio una oportunidad.
Lo hizo gracias a unos preciosos gráficos dibujados a mano, controles superprecisos, un sistema de mejoras permanentes y una jugabilidad que hace que sea una delicia masacrar a bichos alienígenas.
El gran fallo de The Bug Butcher es que deja con ganas de más. Se pasa en unas cuatro horas, aunque tiene un modo extra cooperativo y se puede rejugar gracias al sistema de mejoras, a las tres dificultades y a los grados, que añaden un reto extra a cada pantalla.
Este verano tendrá la oportunidad de una segunda vida en Switch de la mano de 2AwesomeStudio, el mismo estudio holandés de los españoles que crearon Dimension Drive.