Justo a tiempo, en medio de la minifiebre de Tetris 99, llega hoy a Steam, Switch y Xbox One un juego de puzles multijugador inspirado en el Wario's Woods de NES y SNES.
Treasure Stack recupera esa mezcla entre bloques que caen y plataformas, dándole un lavado de cara y centrándolo completamente en el multijugador. Dentro de ese esfuerzo, se incluye el juego cruzado entre las tres plataformas. Para un indie pequeño como este, poder juntar a todos los jugadores dentro del mismo sistema de emparejamiento significa reducir considerablemente las posibilidades de que el modo en línea acabe medio muerto al cabo de unos días.
Tal es el órdago con el multijugadior, que para jugar solo no tiene prácticamente nada. El único modo para un jugador es una especie de maratón con partidas que pueden irse más allá de la media hora si eres suficientemente habilidoso. Su único aliciente es tratar de superar tu máxima puntuación y desbloquear cosméticos, algo que puedes hacer igualmente jugando contra otros.
A cambio, el modo en línea es bastante completo. Tiene partidas privadas, normales y clasificatorias, completas con un sistema con rangos desde bronce hasta oro y temporadas con recompensas dependiendo de dónde nos hayamos quedado.
Ya en la partida, Treasure Stack es un juego bastante simple, quizá demasiado. Aunque se inspire en Wario's Woods, la manera de romper fichas es mucho más parecida a Puzzle Fighter porque no hace falta colocar las fichas en línea.
Así, la meta del juego se convierte en distribuir por colores los cofres que caen de la manera más rápida posible, para romperlos con las llaves en cuanto se pueda. Y es que aquí importa más la velocidad, en gran parte por culpa de la barra de combo, que va vaciándose con el tiempo e interesa tener siempre al máximo de 5 para evitar recibir basura de los contrincantes. Esas prisas impiden planificar patrones complejos y provocan una sensación de estar jugando a optimizar logística más que a resolver puzzles.
Además, las opciones de movimiento son bastante limitadas y no incluyen acciones como las patadas. Su única peculiaridad es el gancho, con el que podemos bajar y mover las fichas antes de que caigan por su propio peso. La necesidad de limpiar tan ferozmente las fichas, combinada con el gancho, convierte las partidas en tremendamente frenéticas, pero en las que se echan en falta en falta opciones con las que expresarse y que diferencien estilos de juego.
Uniendo esa simplicidad a las pocas opciones para un jugador, Treasure Stack cumple como juego local fácil de aprender y es muy disfrutable en línea durante las primeras horas de juego, pero no parece que vaya a estar a la altura de los grandes del género a no ser que reciba mejoras que ayuden a hacer más interesante el proceso de destripar y aprender sus mecánicas.