Soprendentemente hoy no hay ningún tweet por parte de la cuenta de Xenoblade, pero algo tendré que poner así que ahí va mi perorata.
Esta vez no tengo que irme muchos años atrás para comenzar el discurso, habían pasado las navidades y se acercaba el evento de presentación de Switch de Nintendo, hasta entonces sólo se sabía que Monolith estaba trabajando en algo (obvio) tras terminar Xenoblade Chronicles X para WiiU apenas un par de años antes. Como fan, la presentación de una nueva consola podía significar ver algo de su nuevo trabajo.
Entonces llegó la confirmación de que algo iba a haber con el RT de turno de Soraya Saga. Gran noticia, puesto que significaba que la presentación estaba asegurada. Llegado el día y como mi particular Noche de Reyes atrasada la madrugada del 12 al 13 de Enero me acosté con ilusión y me desperté con tres cosas, una erección, el mejor trailer que he visto de Zelda jamás y esta introducción (ambas cosas hicieron más dura mi erección).
Tras un juego titulado Xenoblade Chronicles X uno intuía que el nombre pasaría a ser el de una saga o como dice su director "Xeno~ son juegos creados por Tetsuya Takahashi" pero el giro de guión vino con ese 2 en una clara muestra de que el proyecto de WiiU se salió por unos derroteros que no querían volver a repetir y en más de una entrevista se confirmó que era un JRPG más clásico con su historia y personajes. Con aquella buena sensación y el diseño de Pyra en mente tocó jugar a esperar.
Aquí entró la paciencia que ya tuvimos que asumir con X y sus años de desarrollo desde su anuncio, los más ilusos pensábamos que iba a salir este año (al fin y al cabo Nintendo lo tenía puesto así en la web del juego) pero 2018 o más pintaba a más razonable pensando en su último proyecto. Así que para amenizar la espera nos tuvimos que basar en la información que compartía Yoshinori Mitsuda (principal compositor) sobre la grabación de la música de Xenoblade Chronicles 2.
Hacíamos cuentas sobre a que altura del desarrollo de un juego se podía grabar y terminar la banda sonora para poner al menos la cifra del año... lo único que sacamos en claro es que iba a ser la banda sonora más extensa de todas.
Inexorablemente llegó la feria de Los Ángeles en junio y con ello la confirmación de que Monolith estaría ahí junto al hype de miles de personas. Lo que más recuerdo del Nintendo Direct del pasado E3 fue que Xenoblade Chronicles 2 fue el primer juego que anunciaron dejándome con una cara de pasmado cuando se reconfirmó holiday 2017. Pintaba a muchas cosas, Pyra, guerras, titanes, Pyra, Elysium, zonas enormes, Pyra cayéndose con más pechotes, etc.
Por si faltaba poco, durante el treehouse mostraron un vídeo de 40 minutos de juego con lo que las alarmas de esperar años (sí, en plural) se callaron de golpe. Esto estaba bastante adelantado y había estado ahí en secreto durante mucho tiempo. Era Xenoblade Chronicles puro y duro; aquella pradera infinita repleta de vida, puntos de exploración por doquier, aquel Barbarroja de nivel 80 paseando como si nada, pero además una ciudad con un montón de vida, NPC y lo que parecían iconos de misiones secundarias. No me quería emocionar demasiado, pero lo estaban poniendo difícil.
Desde entonces se abrió la puerta de la ilusión e información por igual. El canal de Twitter empezó a compartir información casi a diario como en la última fase de Xenoblade Chronicles X así que por ese lado estábamos cubiertos. Pero si hacía falta algo más de confirmación o hacernos saber algo más en septiembre Nintendo emitió un direct donde una buena parte del mismo se la llevó el gran proyecto de Takahashi ¿Y la fecha? 1 de diciembre, sí, el juego estaba a menos de 3 meses de estar en mis manos.
Y hasta entonces todo ha seguido igual, más información e incluso su propio direct exclusivo. El nivel del hype y mi impaciencia se movían de manera inversamente proporcional con el paso del tiempo.
Y hasta hoy aquella erección de mitad de enero ha continuado sin perder un ápice de fuerza pensando en Pyra lo que puede ser Xenoblade Chronicles 2.