Hoy me ha pasado algo muy bestia

Arawna

JOki, ¿si tú escribieras en un blog lo que te pasa te pararías mucho en los detalles o te centrarías en lo realmente importante?

Quizás el como está escrita la historia es lo que la diferencia de otras y es lo que hace que enganche. Al escribirla ante todo pretendía que pareciera real, tan real que más de la mitad de la novela fue escrita en tiempo real (si mirais en el blog lo comprobareis) :)

PeandPe no hay PDF, pero puedes hacer un CopyPaste al word o al programa que prefieras, pasártelo a PDF y ya está :)

Respecto a lo de la poca información, está hecho a propósito y con premeditación. Primero porque al ser un blog (una especie de diario personal) el protagonista no tiene porque saber más de lo que sabe, y segundo porque cuando empecé a tomarme en serio la historia ya tenía la idea de escribir una o dos novelas más.

Os dejo otro capítulo, para los que siguen la historia pacientemente por el foro ;)


Miércoles 28 de marzo de 2007, 22:13h
Artes marciales

He aquí la "genial" idea de Rafa:

Xavier es un colega de metro noventa y algo y un poco más de cien kilos. Puro músculo y nervio, y mucha mala leche. Lleva desde los siete años practicando todo tipo de artes marciales. Empezó, creo, con el judo, para pasarse luego al taekwondo al comprobar que allí no se daban patadas ni puñetazos. En el momento en que se dio cuenta de que ya no podía mejorar más se dedicó al kárate, del cual es tercer dan y profesor en una escuela de artes marciales de Mataró. También se ha dedicado al kickboxing, al muai-thai, e incluso asistió durante un año o dos a clases de ninjutsu. Una puta máquina de matar, vamos.
Una noche, debe hacer unos cuatro años, entraron un grupo de gitanos del barrio de Cerdanyola de Mataró en su escuela y se llevaron todas las copas y cinturones ganados a lo largo de muchos campeonatos. Recuerdo cuando se enteró al día siguiente. Estaba furioso, histérico, y golpeaba inconscientemente con su puño derecho la pared que tenía más cerca. Xavier prefería que le robaran todo su dinero antes que aquello. Todos pensamos que se le pasaría. Total, era imposible recuperarlo. ¿Quién se mete en el barrio gitano a reclamar algo que le han robado?
Xavier se metió. Y el cabrón consiguió que le devolvieran todo lo que se habían llevado. Nunca nos contó -ni a nosotros ni a nadie que sepamos- qué es lo que pasó allí. Y quizás sea mejor no saberlo.
Pues bien, Rafa quiere que luche con él para comprobar si realmente tengo poderes. No sé, casi prefiero la idea de arrojarme a la vía del tren. Al menos sería algo rápido.

Aún recuerdo cuando, hace unos diez años, me tocaba pelear contra Xavier. En esos momentos odiaba la hora en que decidí apuntarme a kickboxing. Lo único que podía hacer era darle la espalda, cubrirme, y recibir, y con suerte dejar escapar algún golpe traicionero que pocas veces lograba dar en el blanco.
Ahora me planteo realmente las palabras de mi amigo. Quizás mi mente lo ha exagerado todo y sigo siendo el mismo de siempre.
Quizás Rafa tiene razón. Siempre la tiene...

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PeandPe

Ok Arawna, haré eso. Y el lunes iré a La Casa del Libro, a ver que me dicen (ya te contaré).

¿Cuantos capítulos es el 2º Libro?

PChuckNorris

Arawna, ¿Cuál es el precio del libro?

Arawna

PeandPe: no sé cuantos capítulos tendrá el 2o libro, pues aún estoy escribiéndolo, pero que será más largo que el primero eso sí te lo puedo decir.

PChuckNorris: el libro debería costarte 15,95 €, al menos ese es el precio al que lo hemos puesto desde la editorial, IVA incluido.

Como no me gusta postear sólo respuestas, os dejo con otro capítulo corto:

Jueves 29 de marzo de 2007, 16:55h
Estrés

Vaya día más asqueroso.
Te levantas ya estresado, pensando en la de trabajo que tienes por delante y sin ningunas ganas de hacerlo. Llegas a la oficina y el estrés flota ya en el ambiente a pesar -o como consecuencia- de llegar el primero.
Y empieza el suministro de estrés. El de la mañana, que te quita la modorra a hostias. Luego llega el del mediodía, que sólo te permite comerte un bocadillo delante de la pantalla de ordenador. Y para terminar el de la tarde, que lucha porque te quedes un rato más.
Odio los días de entrega, pero en especial odio los que además preceden a Semana Santa, Navidad, y Agosto. En esos días todo el mundo parece volverse loco de repente y recordar que tienen cosas que presentar pasadas las vacaciones, o nuevas líneas de negocio que inaugurar en breve, para lo que necesitan a un diseñador o a un profesional del marketing. Y entonces me llaman a mí.
Coges el teléfono y sigues trabajando mientras escuchas la verborrea al otro lado y asientes de vez en cuando. No puedes dejar lo que estás haciendo porque cada minuto cuenta y la hora de entrega se aproxima peligrosamente. Cuando el cliente termina su exposición le dices -en el mismo tono suplicante de un niño pidiendo perdón a su madre al comprender que se ha portado mal- que la semana que viene te has cogido vacaciones, y que ya le llamarás para quedar y hablar en detalle del tema en cuanto vuelvas.
Cuelgas y sigues trabajando.
El estrés sigue a tu lado, por encima y dentro de ti. Y no te abandona al salir del trabajo, ni cuando coges el tren. Solo consigues librarte de él al cruzar el umbral de tu hogar, como si le estuviera prohibido por antiguas leyes arcanas el entrar sin ser invitado; como si se tratara de un vampiro.

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hda

Arawna ya me he puesto al día, que tenía unos cuantos capítulos atrasados.

Como muchos otros tengo el libro descargado, pero me martirizo y me hago sufrir (pues es dulce) esperando a que tú vayas poniéndolos poco a poco.

Me gusta mucho el estilo que utilizas. Como dicen por ahí atrás es estilo juvenil y un ritmo ágil, nada pesado; que se lee con mucha facilidad. Y si bien la forma de diario describe de forma somera y deja atrás cosas como el contexto, es un texto muy directo y fácil de imaginar.

Imposible me ha sido ya en varias ocasiones no sonreír o directamente empatizar con la historia. Me ha resultado muy cercano, por ejemplo, el como el protagonista se siente tras conocer a Sara y sus reacciones posteriores, como aquello de las alas tras el beso...

Al igual que me apené incluso un poco al saber de la ruptura del compañero, pero luego muy bien llevado le fuiste restando importancia.

Tienes todo mi apoyo (que no es mucho) para con esta novela tuya. Me alegra mucho que haya tenido una buena acogida el día de la presentación. Espero sinceramente que tengas éxito en tu carrera como literato.

Por mi parte, y como ya dije con anterioridad, te has ganado un nuevo entusiasta.

Un saludo.

Att. Yass Fuentes.

Arawna

Muchísimas gracias hda (o Yass, como prefieras),

me ha gustado mucho como has expresado lo que te llega de la historia, y el como te llega. Esas son las cosas que realmente me interesa conocer para mejorarlas de cara a nuevos proyectos :)

Seguimos con otro capítulo cortito, que hoy es domingo y sé que da pereza leer:


Viernes 30 de marzo de 2007, 24:07h
En casa

El jodido día que he sufrido ha quedado finalmente relegado al olvido al llegar a casa esta tarde. Ha sido meter la llave en la cerradura y sonar el móvil. Era Sara. Al ver su nombre en la pantalla se me ha movido algo en lo más hondo del estómago, y al escuchar el timbre alegre de su voz me ha parecido que hacía un millón de años que no hablaba con ella. El puto estrés no me ha dejado darme cuenta hasta ese instante de lo que la he extrañado estos dos días escasos que hacía que no la veía ni sabía de ella.
Hemos hablado un poco de nuestra próxima escapada y de poco más aparte de las tonterías que solo dos enamorados encuentran interesantes y que no pienso reproducir aquí. A pesar de ello, cuando me he dado cuenta había pasado una hora y media y he recordado mi cena con Magda. En ese momento no tenía ningunas ganas de despegarme del teléfono, aunque mis tripas ya empezaban a protestar.

Me ha costado demasiado despedirme a pesar de la promesa de Sara de que mañana me volvería a llamar, y eso ha hecho que me empezara a rallar. Por suerte, la exquisita cena de mi vecina y una agradable aunque instrascendente charla me han hecho olvidar mis preocupaciones por un rato.

Ahora me acostaré y espero no dar demasiadas vueltas en la cama. Mañana promete ser otro día duro y necesito estar al cien por cien.

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PChuckNorris

Thanks for the info!

Arawna

Viernes 30 de marzo de 2007, 18:40h
No pensar

Otro día estresante en la oficina.
Aunque tener tanto trabajo no es malo. Evita que pienses. Y en mi situación casi es lo mejor que me podía pasar.
Sara me ha llamado al mediodía. Esta noche nos veremos para preparar un poco la aventura de la semana que viene. Por lo que he podido llegar a deducir va a ser algo bastante improvisado. Coger el coche, hacer kilómetros y pararnos donde nos apetezca. No me parece mala idea, hace tiempo que no hago algo así.

Igual que hace tiempo que no peleo contra Xavier -ni contra nadie exceptuando los dos incidentes de la semana pasada-. Mañana por la tarde, unos diez años tarde, habrá llegado el momento de la revancha. O el momento de volver dolorosamente a la realidad. En fin, ya se verá. Para qué preocuparse.

Nota importante: he decidido que cuando pase Semana Santa iré al médico. Aunque solo sea por no tener que gastarme el sueldo en ropa. Esta mañana he manchado dos camisas y un pantalón antes de salir de casa y encima he perdido el tren.

Voy a seguir trabajando un rato más. Ya me han llegado las últimas correcciones.

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C3RDUP14

#1 Has conseguido lo que muchos autores, incluso "de nombre", no consiguen...
Que el lector empatice tanto con el protagonista del libro, que sea imposible empezar a leer la historia y no acabarla.

Mi mas sincera enhorabuena :)

Salu2 de una nueva y probablemente incondicional seguidora,
ya estoy ansiosa por leer el proximo capítulo ;)

--->Natalia<---

Amazon

Yo llevo toda la mañana esperando a que ponga otro xDD

(Por cierto, no te dí manita por el hilo del "yo nunca mediavidero")

Arawna

Muchas gracias Natalia, tus palabras me han llegado. Es para mí un placer que me leas :)

Para que no se diga que me gusta haceros sufrir, aquí va otro capítulo:


Sábado 31 de marzo de 2007, 16:29h
Perro Negro

Estoy hecho mierda. Apenas he dormido.
Y encima de camino a casa me he metido en otro follón. Si no tengo poderes, esta tarde después del combate con Xavier me como mi colección de cómics entera, lo prometo y dejo constancia escrita.

He pasado la noche en el piso de Sara, haciendo el amor y ultimando los preparativos para el viaje a ninguna parte –más lo primero que lo segundo-. Sus compañeras se fueron ayer a sus respectivos pueblos a pasar las vacaciones, así que lo hemos tenido para nosotros solos.
Hemos decidido que cogeremos el coche el martes bien temprano, compraremos mapas en la primera área de servicio que encontremos, y empezaremos a explorar España aprovechando que ninguno de los dos ha viajado demasiado por el país. Marcaremos algunos lugares y a partir de ahí improvisaremos.
Estoy deseando que llegue ya el día.

No sé que tienen las estaciones de tren pero últimamente parecen atraer los problemas. O quizás sea yo. Sea como sea, después de dejar a Sara en la Fnac, al llegar a la estación de Plaza Catalunya he visto como un joven de color, enorme y al parecer furioso, corría hacia dos chicos que andaban tranquilamente. Al llegar junto a ellos ha gritado algo que no he entendido y le ha dado una bofetada brutal a uno de los dos, que ha resonado por todo el recinto. El chaval ha ido a parar al suelo y el otro, después de unos segundos de vacilación, se ha interpuesto entre los dos sin demasiada convicción, con miedo. El negro le sacaba dos cabezas y no dejaba de gritar, fuera de sí.
Desde donde yo estaba podía ver toda la estación y también las escaleras: no había ni un guardia de seguridad y el resto de la gente, como de costumbre, se han limitado a mirar, sorprendidos.
El tipo ha seguido gritando algo incomprensible, y apartando sin dificultad al chico que se había puesto en medio ha empezado a patear al del suelo, que intentaba alejarse de allí a rastras; por su expresión parecía que aún no entendía lo que le estaba pasando.
Unos segundos después, entre el amigo y otros dos jóvenes -más valientes que sensatos- han cogido a aquel mastodonte por detrás y lo han apartado. Éste ha escupido sobre el que se retorcía en el suelo y ha seguido gritando cosas en algún idioma africano mientras le obligaban a retroceder. Por unos segundos ha parecido que la cosa se iba a calmar y he empezado a relajarme.

Y entonces ha aparecido por las escaleras un grupo de negros, bajando los escalones de tres en tres. Vestían como el que gritaba: americanas de colores, cadenas, anillos, piercings, boinas y pantalones militares, y zapatillas deportivas de marca. Todos eran corpulentos y casi todos superaban el metro ochenta de estatura. Impresionaban bastante.
Rápidamente han avanzado entre gritos hacia el lugar del incidente y han rodeado al grupo de jóvenes, que inmediatamente han soltado al negrazo que tenían sujeto y han retrocedido hasta la pared que tenían a su espalda. Sus caras han perdido el color en unos segundos. Estaban acojonados.
La gente que iba llegando a la estación se mantenía alejada, observando, o pasaban de largo ignorando -consciente o inconscientemente- lo que estaba sucediendo.
Los hermanos eran nueve, y no parecían tener intención de irse a casa y olvidar lo que fuera que había ocurrido. Parecían bastante cabreados. Indignados.
Lentamente, intentando no hacerme notar, me he acercado a ellos. El que parecía el cabecilla estaba hablando a los chavales, que ahora sudaban además de temblar y mantener sus miradas clavadas en el suelo. Al parecer, el chico que ahora apenas se aguantaba en pie y se cubría el rostro con una mano temblorosa, había mirado “demasiado” a la novia del agresor, el cual se había ofendido y había procedido a darle una lección.
El amigo del que se había llevado las hostias ha mirado al grupo de mastodontes que tenía delante en actitud desafiante y ha dicho:
-Ésto es España. Es un país libre y no está prohibido mirar.
"Puto bocazas. La has cagado" he pensado justo antes de que la primera hostia le cruzara la cara. Parecía el típico universitario idealista, y si nadie hacía nada pronto, quizás se convertiría en un universitario idealista muerto. Pero lo peor aún estaba por llegar. El idiota ha intentado devolver el golpe. En vano, por supuesto.
Y entonces ha empezado una batalla campal muy desigual en que las moles de piel oscura repartían leches a placer. Los otros, pobres, recibían mientras intentaban salir de allí. Un guardia de seguridad, que ha aparecido al oír el alboroto, se ha quedado mirando con la boca abierta, y se encogía de hombros cuando alguien le decía que hiciera algo.
Y ya no he podido aguantar más. He corrido hasta allí y he cogido al primer bruto con el que me he topado por el cuello, que se ha vuelto y me ha mirado sorprendido. Una patada en los cojones lo ha dejado retorciéndose en el suelo mientras me lanzaba sobre el siguiente. Y en ese momento he perdido el control.
Dos o tres minutos después los hermanos que seguían en pie han abandonado el lugar. Tres de ellos estaban inconscientes a mis pies.
Y entonces todo ha parecido detenerse a mi alrededor y todos los sonidos se han apagado, excepto el de mi respiración irregular. Los colores se han convertido en grises y entonces ha aparecido el negro más grande que he visto en mi vida bajando las escaleras sin ninguna prisa, como si se moviera a cámara lenta.
Lo único que le distinguía de sus compañeros -aparte de su impresionante tamaño- era que llevaba un traje negro de calidad y un elegante sombrero de copa.
Al llegar frente a mí -después de lo que me ha parecido una eternidad- me ha saludado quitándose el sombrero de la cabeza perfectamente rasurada y me ha mostrado una enorme sonrisa llena de dientes perfectos. Entonces he sentido un frío intenso y un miedo brutal que me han paralizado por completo. Acercando su rostro a menos de un centímetro del mío y mirándome a los ojos, ha dicho, con una voz profunda y sin mover los labios:
-Soy Perro Negro, y he venido a advertirte: no deberías meterte donde no te llaman. Por esta vez lo dejaré pasar, pero te recomiendo que te mantengas lejos de mi gente a partir de ahora.
Luego ha desaparecido repentinamente -como si nunca hubiera estado allí- y el mundo ha vuelto a ponerse en marcha y ha recuperado los colores. Entonces me he dado cuenta de que la mayor parte de la gente que había presenciado el incidente me observaba; no tengo claro de si lo hacían con miedo, respeto o agradecimiento por haber ayudado a esos chicos. Probablemente fuera una mezcla de todo ello.
Me he asegurado de que los chavales estaban bien y he decidido irme antes de que llegara la policía.
Nadie ha intentado detenerme.

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ChaRuu

#71 fuuuuuu que capitulazo, ahora si que me he quedado con ganas del siguiente XD

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Colombo-5

Más le vale tener superpoderes jajaja, porque ya está tocando hasta con mafias!

Arawna

Domingo 1 de abril de 2007, 13:15h
Confirmación

Confirmado. Las dudas se han disipado y un futuro incierto me aguarda.

Quedamos ayer a las 18:00h en la escuela de Xavier, en Mataró. Mientras Rafa conducía hacia allí su viejo Golf me dijo que Xavier no sabía nada. Le había dicho que yo me estaba planteando volver a apuntarme a clases de artes marciales y que quería comprobar con él si había perdido mucho. Menudo chiste, no sé como Xavier se tragó aquella patraña, y mucho menos como accedió. Hace más o menos diez años que aparte de caminar por la montaña no hago ningún tipo de ejercicio, y es algo que todo el que me conoce sabe perfectamente.
Sea como sea, llegamos a la escuela puntuales. Xavier nos esperaba junto a la puerta, bajo el rótulo negro donde se veía un serpenteante dragón chino de color verde y unas enormes letras amarillas que decían: Dragon Martial Arts. Escuela Tradicional de Artes Marciales. Había cerrado la escuela esa tarde para que pudiéramos estar solos. Creo que se olía algo.
Cuando le dijimos que lo que necesitábamos realmente era que yo subiera al ring con él le dio un ataque de risa que duró un par de minutos que se hicieron eternos. Se detuvo al darse cuenta de que nosotros ni siquiera sonreíamos.
-¿Puedo saber por qué quieres que te destroce esta tarde, Dani? -me preguntó, intentando contener otro ataque de risa. Estaba pensando en qué responderle cuando Rafa dijo:
-Daniel cree que tiene poderes. Yo le he visto hacer algo fuera de lo normal, pero aún no estoy convencido. Queremos que luches con él para comprobar si es verdad.
Xavier nos miró a los dos con una media sonrisa que parecía indicar que no sabía si reirse de nuevo o empezar a pensar que nos habíamos vuelto locos o que íbamos hasta las trancas de mierda.
Pasaron unos segundos en silencio, en que él nos miraba como si se encontrara de repente ante dos desconocidos y nosotros lo mirábamos a él, intentando confirmarle con nuestro silencio y nuestra expresión grave que no le estábamos gastando ninguna broma.
Finalmente dijo, sin convicción:
-Esto va en serio..., ¿no?
Asentimos los dos a la vez. Xavier bufó, se encogió de hombros y nos dijo que le siguiéramos a los vestuarios.

Diez años después volvía a enfundarme mis viejos guantes gastados, que aún conservaba como recuerdo, unas espinilleras, y un protector bucal. Me sentí ridículo, a la vez que gilipollas. Xavier, además, me obligó a ponerme un casco protector. La verdad es que no recuerdo que los usáramos cuando hacíamos kickboxing.
Rafa se acercó a él y escuché que le decía que no se contuviera. "¡Qué cabrón!", pensé. "Realmente quiere comprobar si tengo poderes, y si no los tengo quiere quitármelo de la cabeza de una vez por todas."
Subimos a las colchonetas y Xavier se colocó en posición. Yo lo miré y le imité, inseguro. "Ya no me acuerdo de nada. Me va a pegar una paliza" pensé. Me estaba acojonando. Tener a un tío como él delante, sabiendo que de un momento a otro va a dejar caer una lluvia de golpes sobre ti, intimida. O mejor dicho, hace que te cagues de miedo. "Puede que lo haya imaginado todo. Puede que no tenga una mierda..."
Y entonces, cortando mis pensamientos con un puñetazo, avanzó hacia mí. Su puño me golpeó en el puente de la nariz y me aturdió. No había pegado con todas sus fuerzas a pesar de las palabras que le había dirigido Rafa. Se contenía. Evidentemente no se creía nada de lo que le habíamos dicho y se estaba tomando aquello como una broma.
De todas formas aquel primer golpe me dolió como mil demonios. Retrocedí un par de pasos alzando los brazos para cubrirme y entonces me ensartó con un gancho de izquierda en el estómago que me levantó del suelo varios centímetros.
A mi espalda podía oír a Rafa maldiciendo en susurros.
Xavier retrocedió para darme tiempo a reponerme, y quitándose la férula de la boca preguntó si ya había tenido bastante. Miró a Rafa, encogiéndose de hombros y volvió a mirarme, esperando una respuesta. No debería haber sonreído. Aquella mirada condescendiente me dolió más que todos los puñetazos y patadas que pudiera recibir.
-Ponte la puta protección -dije, señalándolo. Ya no sentía miedo. Ya no me intimidaba su altura. Ni sus músculos. Tampoco me intimidaba la interminable colección de copas, cinturones, medallas y títulos que se agolpaban en las vitrinas que nos rodeaban.
Se colocó la férula de nuevo y se puso de nuevo en posición. Entonces ataqué yo. Esquivó mis primeros ataques con facilidad y consiguió conectar tres o cuatro golpes que apenas noté.
Rafa se movía a nuestro alrededor, observando aquello con temor.
Nos movíamos sobre las colchonetas a una velocidad impresionante, cada vez más rápido. Xavier ya no conseguía conectar sus golpes y le estaba costando cada vez más esquivar los míos. No sé cuánto duró aquello -según Rafa estuvimos danzando más de cinco minutos-, pero terminó en el instante en que conseguí conectar mi primer y único golpe. Un gancho de derecha penetró su guardia y le dio de lleno en la mandíbula. Se derrumbó cuan largo era, atontado y agotado.
Había noqueado a uno de los campeones de España y Europa de kárate y kickboxing.

Xavier se quitó los guantes, el casco y la férula, y me miró desde el suelo. Pronto sus labios formaron una sonrisa y adelantó el brazo para que le ayudara a levantarse. Una vez en pie, mirándome a los ojos, dijo:
-No sé que es lo que ha pasado hoy aquí. Pero te aseguro que ha sido uno de los combates más duros de toda mi vida. Eso no ha sido suerte, has vencido porque eres más rápido y más fuerte que yo.
Luego nos fuimos los tres a cenar y a tomar unas copas. Xavier tenía derecho a que le explicáramos lo que me estaba sucediendo. Además estaba impaciente por saberlo todo con pelos y señales. No nos hicimos de rogar.

Al despedirnos, Xavier -que es un auténtico fanático de los cómics de superhéroes- me dijo:
-No olvides lo que dijo el tío Ben a Peter Parker: “Un gran poder conlleva una gran responsabilidad.”
Nos reímos los tres con ganas y cada uno se fue a su casa.

Llevo dándole vueltas a esa frase desde ayer: no creo que sea tan fácil como en los cómics.

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Amazon

hjklpsajhsduiweqshdgbcxnsamjk <-- eso es emocion

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Arawna

Lunes 2 de abril de 2007, 22:28h
Aventura improvisada

Ya tengo listo el equipaje. ¡Mañana a las 8:00h comienza la aventura!
He quedado con Sara una hora después junto al Arco de Triunfo de Barcelona, y de allí nos iremos hacia el sur siguiendo la costa por la C-32. Ya tenemos reservada la primera noche en un hostal de Cuenca que tiene buena pinta y no es demasiado caro. Nos llevaremos la tienda de campaña por si acaso, pero la idea es intentar pasar las noches en hostales que vayamos encontrando y que no sean muy caros.
La ruta circular que hemos trazado pasa luego por Burgos, Vitoria, Pamplona y de vuelta a Barcelona, aunque está abierta a la improvisación, así que si vemos algo desde la carretera o en algún mapa que nos parezca interesante nos detendremos.
También me gustaría ver Toledo, más que nada para confirmar que existe realmente, pero queda algo apartada, así que ya veremos; según como vayamos de tiempo.
Espero que mi viejo Peugeot 205 aguante el trote al que lo vamos a someter en estos cuatro o cinco días. Me ha llevado a todas partes sin darme ningún problema desde que lo compré de segunda mano hace siete años, y ya tenía nueve... Si resiste, en cuanto lleguemos lo jubilo, se merece ya un descanso tanto como yo me merezco un coche nuevo.

Por cierto, aún no sé qué le contaré a Sara si me empieza a sangrar la nariz durante el viaje. Demasiadas cosas en la cabeza y demasiado trabajo en la oficina han conseguido que me olvidara completamente del tema hasta ahora. Aunque pensándolo bien, ¿no es un viaje improvisado? ¡Pues ya improvisaré! ¡A los superhéroes se les da bien eso!
Tengo la sensación de que ésta será una gran aventura en la que tendré la oportunidad de profundizar más en la relación -si es que se la puede llamar así tan pronto- que acabo de iniciar. Estoy entusiasmado con la idea de recorrer lugares nuevos para los dos al tiempo que nos vamos conociendo el uno al otro.
Sólo espero no meterme en problemas. Intentaré mantenerme al margen de cualquier movida. Estoy realmente decidido a dejar en casa las migrañas, las hemorragias nasales, el estrés del trabajo y mis poderes recién adquiridos. Voy a ser una persona normal por una semana más, y cuando vuelva ya pensaré qué hacer con todo ello.

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PeandPe

ATENCIÓN SPOILER DEL 2º LIBRO

spoiler
Arawna

PeandPe:

spoiler

Domingo 8 de abril de 2007, 21:48h
Neveras de soltero vacías

Ya estoy de vuelta.
Hace dos horas y algo que he dejado a Sara en Barcelona y ya la echo de menos. Después de despedirnos me he venido para casa algo tristón. Al llegar he deshecho la mochila, he puesto una lavadora y me he dado una ducha que me ha dejado como nuevo.
Ahora, relajado y viéndolo todo con cierta perspectiva, puedo afirmar que han sido unas vacaciones de putísima madre. Lástima que ya hayan terminado.
"Bienvenido al maravilloso mundo gris de la rutina, la monotonía y las neveras de soltero vacías." Hoy no cenaré, pero el saber que volveré a verla el viernes lo hará más llevadero.

Al final los tres o cuatro días se han convertido en seis, y Sara y yo hemos tenido todo el tiempo del mundo para conocernos bien -además de patearnos catedrales, barrios medievales, ciudades encantadas, museos... -. Todas mis expectativas se han cumplido, así que más contento no puedo estar. Ha sido uno de los mejores viajes que he hecho, y sin salir de España. Y además he conseguido no pensar para nada en el trabajo ni -casi- en todo lo extraño que me ha pasado últimamente.
Digo "casi" porque algo sucedió la segunda tarde de nuestro viaje. Estábamos en Cuenca, viendo pasar la Procesión del Silencio, cuando todo volvió a mí de repente. Todo se detuvo a mi alrededor y los colores pasaron a ser una gama de grises, exactamente como había sucedido en la estación de Plaza Catalunya la semana anterior. Los redobles de tambores, las voces, los pasos, todos los sonidos se apagaron también. Sara estaba a mi lado, paralizada con la boca abierta y mirándome sin verme. Aquello -fuera lo que fuese- la había pillado a media frase. Observé a mi alrededor: la procesión, los más de mil miembros de la hermandad, incluidos los banceros que llevaban el paso sobre sus hombros, estaban inmóviles, al igual que los cientos de espectadores que se apelotonaban en las aceras a lo largo de la calle. Yo era el único que aún podía moverse.
Me bajé de la acera y caminé por el centro de la calle, intentando ver algo sin saber qué buscaba. Entonces un nazareno enorme, que estaba situado frente al paso, regresó a la vida y se movió en mi dirección poco a poco. Una ola de frió me golpeó y pude sentir como un terror que ya conocía me paralizaba. El aire olía a incienso rancio. A iglesia cerrada durante largo tiempo.
El nazareno siguió avanzando hacia mí y con movimientos muy lentos se quitó la caperuza gris. Era Perro Negro, sonriendo y mostrándome otra vez aquellos dientes blancos, perfectos; dientes de depredador. Se detuvo a unos metros y me saludó con un movimiento de la cabeza sin dejar de sonreír. Su voz resonó en mi cabeza, pero sus labios permanecieron inmóviles:
-Ya sé quién eres. Y sé como hiciste lo que hiciste a nuestros hermanos. No estuvo bien, pero ya hablaremos de ello cuando regreses. Ahora disfruta de tu viaje, Daniel.

Se alejó y desapareció tras el paso, entre la multitud, y luego todo volvió a la normalidad. Yo volvía a estar junto a Sara y ella pudo terminar su frase, como si nada hubiera sucedido. Disimulé mi malestar como pude e intenté alejar hasta más tarde aquella experiencia.
Aquella misma noche, cuando Sara se durmió, me puse a pensar en lo que había ocurrido. Apenas dormí en toda la noche, pero conseguí reducir aquellos encuentros con Perro Negro a dos posibilidades: la primera era que me estaba volviendo loco de verdad, y la segunda que había otras personas con poderes, y que ese negro de más de dos metros era una de ellas. Antes de caer dormido recuerdo haber pensado, irónicamente: "Lástima que sea de los malos".
El resto del viaje a partir de entonces ha ido de miedo. Ni una migraña, y sólo me sangró la nariz una vez y muy poco, y ella no estaba en ese momento, así que me he ahorrado tener que inventar excusas. Parece que viajar me sienta bien.

Mañana aprovecharé para perrear y recuperarme del viaje -que ha sido agotador-, y llamaré a Rafa para ver que tal está. Desde el jueves no sé nada de él, pero al menos cuando le llamé parecía estar bien: se había llevado ya todas sus cosas del piso de Marta y dijo que no la echaba nada de menos. No me lo termino de creer, pero si decir eso le ayuda...

¿Qué estará haciendo Sara ahora?

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Arawna

¡Buenas noticias para HOY ME HA PASADO ALGO MUY BESTIA y para los foreros que quieran hacerse con la novela en formato físico!

La novela ya va por la 2a edición y ya está a la venta online desde hoy, desde la web de la editorial. Si quereis saber cómo comprarlo y recibirlo en vuestra casa al mismo precio que en las librerías y sin pagar gastos de envío entrad al blog o mandadme un MP.

Y ahora, tras esta breve pausa publicitaria, continuamos con la historia:

Lunes 9 de abril de 2007, 15:47h
Pensando en el mañana

He decidido que se lo contaré todo a Sara el viernes, no sería justo que se lo escondiera. Si voy a empezar algo serio con ella creo que es lo mejor. Además, no creo que pudiera llevar una doble vida como hacen en los cómics; en la vida real todo es mucho más complicado.

Aún no he tenido tiempo de pensar qué haré a partir de ahora, pero tengo claro que algo debo hacer. Siento como si estuviera en deuda con alguien o algo por lo que me está sucediendo, como si estuviera obligado a devolver un enorme favor. No tengo unos poderes vistosos ni con demasiadas posibilidades. No soy Superman, no puedo volar, ni tiro rayos o genero escudos de energía, ni nada parecido, aunque es cierto que aún no conozco los límites de mi poder. Lástima que no existan los superhéroes de verdad, podría ir a pedirles consejo.
Tampoco sé qué pensar sobre las apariciones de Perro Negro. No sé si puedo considerarlo un enemigo. La verdad es que después de cada encuentro el miedo que me paralizaba se ha ido con él, y solo ha quedado la curiosidad. Me da la sensación de que me estudia, me vigila. Si de veras quisiera hacerme daño ya podría haberlo hecho. Y parece que controla sus habilidades a la perfección, sean lo que sean: hipnosis, telepatía, control del tiempo...

Luego he quedado con Rafa, se pasará por casa. A ver si él ve las cosas de otra forma y me echa un cable, porque estoy hecho un lío.

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Arawna

Martes 10 de abril de 2007, 10:29h
No podrán conmigo

De vuelta en la oficina. Y sin chica nueva.
Disimula, pon buena cara, escucha a quién te cuente sus vacaciones aunque no te importe una mierda lo que dice. Mantente en tu nube de felicidad tanto como puedas.
Suerte que hoy es Martes, porque si encima fuera Lunes creo que me golpearía a mí mismo hasta dejarme inconsciente. Además al levantarme, como si fuera una señal divina indicándome el gran día que me esperaba, me he encontrado las sábanas manchadas de sangre. Menudo estropicio.
Ahora toca organizarme la semana y poner al día el trabajo acumulado. Han llegado varios trabajos nuevos por e-mail durante la semana que he estado fuera. ¿Es que no se toman vacaciones mis clientes? Estoy empezando a pensar que se ponen de acuerdo para que al volver al trabajo me dé un ataque de nervios. Por suerte soy un tío bastante tranquilo y a la vez rápido trabajando. No podrán conmigo.

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Arawna

Martes 10 de abril de 2007, 15:10h
Dudas

Bueno, después de comer, con el estómago lleno, me siento más relajado y menos ultrajado por tener que volver a la rutina diaria. Sobre todo ayuda el haber podido organizarme y dejarlo todo listo en una sola mañana;
gracias a ello hoy saldré un poco antes de la oficina. Tengo que pasarme por la Fnac a mirar unos libros y de paso pillarle uno a Rafa que me encargó ayer; él y su fijación por las novelas de fantasía... No entiendo como un tío tan pragmático puede leer tantos libros sobre dragones y bichos imposibles.
Hablando de Rafa, ayer se presentó en casa a las seis y media de la tarde.
Traía a Xavier con él. Se ve que desde nuestro combate Xavier ha querido saber todo lo referente a mí y prácticamente no se ha despegado del pobre Rafa. Por la cara que traía mi mejor amigo supe que empezaba a estar bastante desbordado. Incluso le había ayudado a llevarse sus cosas del piso de Marta el miércoles pasado, cosa que sería de agradecer en cualquier otro momento.
Les dije que se sentaran en el sofá y puse algo de música.
-¿Unas birras? -pregunté entrando en la cocina. Xavier prefirió un zumo, cómo no.
Una vez acomodados los tres, Rafa me preguntó por Sara y por el viaje. Mientras les contaba todo lo que se puede contar, observé que Xavier estaba en tensión, nervioso; impaciente. Cuando terminé el relato, disparó:
-¿Has notado algo nuevo? ¿Se lo has contado a ella? ¿Te encuentras bien?
Entonces les conté mi nuevo encuentro con Perro Negro. Luego les dije que había pensado contárselo todo a Sara el próximo viernes.
Xavier negó con la cabeza:
-No lo hagas. Las mujeres no entienden estas cosas. Creerá que estás zumbado y te dejará.
-Se lo puede demostrar -replicó Rafa. Parecía algo mosqueado, y no me extraña. Nuestro amigo karateka puede ser muy pesado cuando se obsesiona con algo. No me quiero ni imaginar la semanita que le ha dado.
-No creo que haga falta. Lo entenderá si se lo cuento bien. Es una chica genial.
-Hazte una chuleta -dijo el gigantón, riéndose.
-No me hagas decir lo que me pasa por la cabeza cada vez que escucho a alguien definir a otra persona como genial -añadió Rafa, y le dio un trago a su cerveza. Estaba triste. Se lo noté aunque lo disimulara bien, pero preferí no sacar el tema.
Respecto a Perro Negro no llegamos a ninguna conclusión. Terminamos acordando que tarde o temprano se descubriría su juego.

Después de varias cervezas y zumos se fueron y me quedé solo con mis dudas. No había sacado nada en claro y encima habían logrado que volviera a preguntarme si realmente debía contarle algo a Sara. Una parte de mí está convencida de que lo entenderá y lo aceptará, pero otra tiene miedo; quizás no la conozca tan bien como creo. El miedo a lo desconocido es el peor que puede padecer el ser humano, y el causante de casi todos los males que asolan nuestro viejo y enfermo planeta.
Mierda. Ya me he puesto melancólico.

Lo más curioso es que me preocupe más la opinión de ella que todo lo demás. Creo que incluso sería capaz de renunciar a mis poderes por ella.
Si pudiera, claro.

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BirK

#38 A ver, que cuando yo comenté en #2, lo único que había en #1 era el texto. No estaban ni la referencia a su blog ni la foto del libro. Creía que era alguno comentando sus miserias dándole un toque literario. De todos modos no me gustó el estilo entonces ni ahora.

ChaRuu

#82 y que tal? te damos un pin?

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Arawna

Miércoles 11 de abril de 2007, 12:34h
Decisiones

Ayer por la noche vino Magda a verme y me dio dos noticias. Ninguna buena.
La primera era que el jueves de la semana pasada, mientras yo recorría el barrio medieval de Cuenca, se había presentado la policía y habían interrogado a todos los vecinos que encontraron respecto al incidente con los vecinos del cuarto. Al parecer éstos me han denunciado. No es que no me lo esperara, pero... De todas formas Magda me tranquilizó un poco diciéndome que tengo el apoyo de toda la escalera, y que si la cosa fuera a más hay bastantes posibilidades de que el que salga peor parado sea el maltratador.

La segunda noticia me dejó flipando. Se ve que hay un loco recorriendo las calles del pueblo por las noches. Atraca a mujeres solas, les roba el bolso y después les pega una paliza brutal. Parece que se ensaña de veras con ellas sin motivo aparente. Se denunció la primera agresión el miércoles pasado, y desde entonces han habido dos más: una la noche del viernes y otra la del domingo. El criminal aún anda suelto y no ha sido identificado. Nunca que yo sepa ha sucedido algo parecido aquí; es un pueblo pequeño, donde casi todo el mundo se conoce, lo que convierte todo ésto en algo aún más insólito.
Se han colgado algunos carteles advirtiendo del peligro en las zonas más concurridas -entre ellas la estación donde cojo el tren a diario-, pero ni me había dado cuenta.
Ahora que puedo hacer algo, que tengo un don con el que puedo marcar esa diferencia, debería mantenerme más alerta.

Pero ahora viene lo bueno, ¿qué se supone que debo hacer? Ayer, hablando con Rafa y Xavier no llegamos a ninguna conclusión sobre mi futuro. Le dimos vueltas al asunto y estuvimos de acuerdo en que era una idiotez salir a patearse las calles a la espera de toparme por casualidad con algo en lo que pudiera ayudar. La idea con la que juegan en los cómics de patrullar las ciudades -y ya no hablemos de hacerlo saltando de tejado en tejado-, por romántica que sea, es totalmente inviable por razones obvias.
Desgraciadamente, las posibilidades que quedan dependen demasiado del azar. De estar en el lugar correcto en el momento oportuno.
Pero ahora mismo, ya sea por casualidad o por la razón que sea, esos dos requisitos se cumplen. Hay un maníaco recorriendo las calles de mi pueblo, y yo puedo pararlo. Ahora sólo me falta decidir como lo hago.

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Arawna

Miércoles 11 de abril de 2007, 12:34h
Rafa investiga

La rueda ha empezado a girar.
Hace unos minutos he llamado a Rafa y le he pedido un favor: que fuera a comisaría diciendo que ayer noche, mientras paseaba al perro, vio a un tipo sospechoso merodeando por el pueblo. Evidentemente todo es falso –Rafa ni siquiera tiene perro-, pero puede que así logre averiguar algo sobre nuestro "amigo". Como viste, si tiene alguna característica física destacable..., cualquier cosa que pueda ayudarme cuando empiece a buscarle esta noche.
Al principio se ha mostrado reacio y me ha preguntado si iba en serio. Creía que le estaba gastando una puñetera broma. Mi rápida y breve respuesta le ha dejado claro que iba muy en serio.
Iría yo mismo si no fuera porque me buscan por la maldita denuncia del vecino.

Estoy convencido de que les sacará algo. Otro quizás sólo conseguiría que lo echaran de comisaría de una patada en el culo, pero Rafa es mucho Rafa.

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Arawna

Miércoles 11 de abril de 2007, 19:52h
Comienza la caza

Ya lo tengo todo listo para esta noche. ¡Qué nervios! ¿Se sentiría Batman así la primera noche que salió a cazar criminales por Gotham City?
Rafa me ha advertido: desde que tuvo lugar la segunda agresión la policía ha reforzado la vigilancia en el pueblo y varios coches patrulla recorren las calles desde que se pone el sol hasta las dos de la madrugada aproximadamente, el intervalo de tiempo en que actuó el criminal en todas las ocasiones. No me ayudará que me cojan paseando a altas horas de la noche, pero de todas formas voy a salir. Por ahora no tienen nada contra mí, y hasta donde yo sé no se ha declarado ningún toque de queda, así que puedo tomar el fresco si me viene en gana. Si me encuentran ya me inventaré alguna excusa.
Lástima que no haya conseguido averiguar mucho más que pueda serme de utilidad: sabemos que el agresor viste ropa informal, de calle, y que cada vez que atacó iba vestido de una forma distinta. Llevaba guantes, eso sí, y las víctimas lo describen como un hombre alto, de un metro ochenta más o menos, y pelo oscuro. Todas coinciden en que no pudieron verle el rostro, que se veía como borroso, desdibujado.
Perturbador... Creo que me recuerda a alguna película pero no consigo situarla. Tampoco es que importe. Ésto es real, no una superproducción de Hollywood.

Rafa está algo preocupado, se lo he notado a través del móvil. Le he dicho que estuviese tranquilo, que no cometería ninguna locura, que si veía que las cosas se complicaban siempre puedo salir corriendo; además de fuerte soy rápido, y he comprobado que aguanto más que antes cuando me veo expuesto a un esfuerzo físico continuado. Me ha hecho prometerle que en cuanto llegue de mi patrulla nocturna le llame, sea la hora que sea.

He decidido salir a la calle vestido con ropa que casi nunca me pongo, así si alguien me vé le será difícil identificarme luego. Hay que ser previsor.
Un jersey de lana azul marino de cuello alto, la vieja y gruesa parca negra, unos tejanos desgastados y ajustados que mudaron el negro por el gris hace años y las botas de motero con punta de hierro compondrán mi uniforme esta noche. Si encuentro a mi presa completaré el "disfraz" con los guantes y el pasamontañas que llevo siempre que me escapo a hacer un pico a los Pirineos.
Aparte de la ropa solo llevo un rollo de cinta americana, para atar al delincuente si consigo cogerlo. A partir de ahí que se encargue la policía, que para éso les pagan.

No tengo ni idea de como saldrán las cosas, y lo del "rostro borroso" me da mala espina aunque la ley de probabilidades indique que es imposible que haya otro tipo con poderes justo en el mismo pueblo donde vivo.
El cielo empieza a oscurecerse.
Veremos que me depara la noche.

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hitsvil

OTROOOO!!!!

Arawna

Jueves 12 de abril de 2007, 9:56h
Primera noche

Me hago mayor. Hasta no hace mucho podía salir de fiesta y empalmar con el día siguiente en la oficina. Ahora duermo cinco horas y voy zombi todo el día.

Por cierto, vaya MIERDA de noche.
Aparte de esquivar los coches patrulla de la policía, la única preocupación que he tenido ha sido no quedarme congelado en una esquina. He estado pateándome las calles desde las nueve hasta las dos y media de la madrugada, y evidentemente no ha sucedido nada. ¿Quién sería tan gilipollas de pensar que la primera noche me toparía con el tipo? Supongo que yo. En mi vida me he sentido tan idiota como ayer mientras paseaba por el pueblo mientras todos dormían.
A las 8:00h, cuando ha sonado el despertador, me he cagado en Cristo, en mi madre, en la madre del maníaco que recorre mi pueblo, en el tipo que inventó los jodidos superhéroes y en la policía por no hacer bien su trabajo.

De todas formas no me voy a dar por vencido tan pronto, esta noche volveré a salir.

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Amazon

No hay nada mejor que despertarse de una siesta y leer un capitulo xd.
Pon otro que estoy esperando a que empiece un rallye y me queda media hora haciendo nada xD

Arawna

Jueves 12 de abril de 2007, 18:44h
Confiando en la suerte

Dentro de un rato me iré para casa y me estiraré aunque sea una hora, si tengo que pasarme otra noche por ahí más vale que esté un poco descansado. Joder, y encima parece que no piensa dejar de llover. Tócate los huevos.

Este mediodía me ha llamado Rafa y me ha preguntado cómo fue ayer. Le he dicho lo que pasó, que en resumidas cuentas es nada, y el muy cerdo se ha reído con ganas al otro lado de la línea. No le he mandado a paseo porque no tengo fuerzas.
Luego me ha comentado que le ha llamado Xavier preguntando por mí -afortunadamente no tiene mi móvil, gracias sean dadas a quién se las merezca-, y además se ve que le ha dicho que si necesito ayuda que con pedírselo basta, que él se apunta a ésto de "cazar criminales". Sólo me faltaría pasar las noches con él, vamos. Ya me lo imagino: hablando sin parar de artes marciales, superhéroes y eBay -ahora le ha dado por comprar y vender cualquier cosa por internet, dice que se convertirá en un gran negociante-, y mientras tanto el agresor haciendo de las suyas tan tranquilo.

Mejor pensar en otras cosas más agradables, como por ejemplo en Sara. Habíamos quedado en vernos la noche de mañana, pero ahora me surge un dilema en el que no había caído: o quedo con ella o sigo con mi plan de cazar al maníaco. Aún no sé qué haré y tengo que llamarla en un rato.
Supongo que todo depende de como vaya hoy, así que le pondré alguna excusa para alargar la decisión hasta mañana.

Quién me iba a decir que sería todo tan jodidamente complicado, y eso que acabo de empezar. De hecho ésto no son más que las prácticas... Si hubiera carnet de superhéroe creo que jamás lograría sacármelo.

En fin, confiaremos en la suerte una vez más.

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