#668
El CAP murió, así que no lo llames así porque no es un curso de fin de semana (aunque a usos prácticos venga a ser la misma mierda).
Mi proyecto no es de investigación, cosa que me jode porque tenía muy buenas ideas, como ésta. Es una unidad didáctica de unas 100 páginas, donde la mitad sea explicar la teoría y la otra explicar la unidad en sí.
Lo que comentas de buenos o malos profesores y de cómo hacerles leer lo debatimos en clases del Máster y un profesor, que considero que fue el mejor de todos (por tener una metodología actual), dio más o menos en la clave: hay que empezar por motivar a leer y a raíz de ahí motivarles a leer cosas que se conocen como de calidad (aunque este debate jamás se acabará por la subjetividad del asunto). Los chavales no leen. Cada vez se lee menos en personas de la ESO y Bachiller. Que no es que me lo invente, que lo he sabido porque he tenido profesores durante todo el Máster que me lo han contado, y tampoco hay que ser un lumbreras. Se lee, sí, pero poco.
Tú lo has dicho: hay que dar libertad a la hora de elegir la obra, pero que se lea. Si a un chaval de tercero de ESO le motivas para que se lea un libro, sea cual sea, ya tienes mucho ganado. Pero ey, ¿qué pasa con los grandes autores españoles?. En Lengua y Literatura hay que trabajar por competencias y lo mejor, para mí, es crear unidades didácticas que trabajen la lengua y la literatura en su conjunto: que se conozca a Cervantes mientras se trabajan recursos literarios, por ejemplo. El chaval acabará conociendo la obra, al autor, trabajará la asignatura de Lengua y tendrá la motivación (gracias a un trabajo por proyectos o con un producto final) de saber quién fue El Quijote, tener esa información y decidir si quiere leerlo ahora o más adelante. O directamente no leerlo. ¿Por qué alguien tendría que leer por obligación algo?
Los críos deben conocer las bases culturales de la literatura, pero no se debe imponer a leer tochos para los que no están preparados o no entenderían. Para eso, mejor, buscar libros adaptados a su edad (hay miles de versiones de clásicos adaptadas), hacerles trabajar tanto la lengua como la literatura para que conozcan lo importante y motivarles con proyectos actuales.
No hablamos de gente con madurez literaria. Hablamos de alumnos que van a tirar del Rincón del Vago. Hay que motivarles en clase, que trabajen en clase y que aprendan en clase. Entonces, ahí fuera, tendrán tiempo libre para decidir si lo que han aprendido en las aulas lo incorporan a sus motivaciones personales, como puede ser sentarse y leer a Quevedo, Góngora, Darío, etc.