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Coincido totalmente. El liberalismo político decimonónico y anterior al XVIII se ha visto totalmente absorbido por el liberalismo económico. Parece que algunos, en el proceso de descubrimiento del liberalismo, empiezan por el tema de la propiedad privada, el principio de no agresión y otras braubraubradas vomitadas en el Juan de Mariana como mantras budistas (destruir al Estado sin agredirlo? pls...) pasando de largo por los orígenes reales del liberalismo como respuesta al abuso de poder y el absolutismo monárquico.
En mi caso personal, desde la adolescencia bebí el anarquismo colectivista, pero no me acababa de convencer en lo económico en cuanto empecé a adentrarme en el estudio de la economía. Mi principal idea era que el individuo era capaz de organizarse a todos los niveles sin necesidad de un organismo coercitivo por encima que ejerciese una especie de autoridad moral y ética y que tuviese derecho a oprimir al resto en pro del interés general (concepto muy indeterminado), es decir, me centré en premisas básicas como:
- La duda sobre el Estado como ente regulador de la convivencia humana en comunidad.
- La crítica del sistema político representativo y sus terribles fallos (¿delegar en otros decisiones que me competen a mí mismo? no gracias.)
- El refuerzo de la soberanía individual a todos los niveles, sobre todo en el nivel político. No alcanzaba a entender como podíamos permitir que otras personas estuviesen decidiendo por nosotros en temas tan importantes como la educación de nuestros hijos o la sanidad de nuestros mayores, por mucho que nosotros las eligiésemos (sin mandato imperativo elegir a representantes a un Congreso es un sinsentido).
A día de hoy el liberalismo económico es un concepto en visible putrefacción. La visión más pragmática de la economía capitalista (que no liberal), la del "todo vale mientras el PIB sea positivo y la Troika nos de el visto bueno" ha llevado a donde estamos actualmente, un mundo donde los centros de decisión política no son los Parlamentos sino las oficinas de las corporaciones energéticas o las grandes bancas privadas tenedoras de deuda del Estado que se tercie.
El liberalismo aplicado a la economía ha devenido en una mentira: la OPEP influye más en el precio del petróleo que la oferta y la demanda; las negociaciones entre Estado y eléctricas influye más en el precio de la electricidad que la oferta y la demanda; la PAC influye más en el precio de la leche que la capacidad de producción de las vacas... y así con casi cualquier mercado que uno se proponga estudiar.
Cualquier mercado con incidencia en la vida cotidiana de los sujetos políticamente soberanos de un Estado, que deberían ser los individuos y no el Estado mismo, ha sido parasitado por un voraz clientelismo promovido como tú bien sospechas por grandes empresas y aceptado por los Estados.
Respecto al estudio del mercado, soy muy escéptico, la interacción dentro de un mercado libre donde la información fluctúe libremente es impredecible, depende de la acción humana y ésta no está siempre basada en criterios racionales. Pensar que el ser humano actúa siempre en base al "sentido común" cuando se trata de bienes económicos es no saber nada sobre el ser humano. Por eso creo que todos los grandes modelos económicos dedicados a predecir los movimientos bursátiles o el próximo dato del PIB no son más que falacias vestidas con sofisticadas fórmulas algebraicas, nada más.
Pido perdón por el tocho e igual algún liberal se cabrea conmigo, pero lo siento así. Yo llegué al liberalismo económico a través del político y no al revés. Por eso casi siempre se me podrá ver criticar a Gobiernos, policía y banca en threads de OFF-Topic y no esgrimir casposos argumentos conservadores para justificar el buen orden de la convivencia en sociedad.