Se dice que hay 3 silencios que uno puede notar. El silencio más obvio es una calma hueca y resonante, constituida por las cosas que faltan.
El otro silencio se puede notar en la calma de las conversaciones de fondo, cuya presencia añade otro silencio, pequeño y sombrío, un contrapunto.
El tercer silencio es el más difícil de notar. Es el que si escuchas lo suficiente, puedes oírlo en el peso de los muebles, en la madera de una mesa.
Pero hay otro más, uno más difícil de ver. No por su sutileza, no, sino por su ruido. Es el silencio de un libro no escrito, de un padre que ya no te ayuda a escribir y de una adicción al minecraft. Es el silencio que te gritan tus fans por redes sociales. Es el silencio más difícil de captar si eres un GORDO HIJO DE PUTA QUE NO ESCRIBE LIBROS PERO PROMETIÓ HACERLO.