#2563 Ya dije en su momento que los inicios de la historia, la introducción de sus razonamientos hasta que comete el asesinato y un poco más, me pareció brillante.
Dostoievski no te está contando una historia de amor, que es lo q se deduce que creías que era por tu comentario, te está contando una historia de MISERIA. Miseria del alma y del cuerpo.
¿Acaso crees que no lo sé? Por algo comenté el epílogo con especial interés, porque es algo que chirría, choca con el tono de la historia. Me gusta tal y como es, con la miseria social y personal. Y no es que yo hable de amor, es que Dostoievsky utiliza esa palabra, del mismo modo que yo hablé de circunstancias que lo explican.
Te está hablando de la culpa, de lo irracional de las acciones y basicamente, te pone los pies en la tierra con una idea: que los actos brutales surgen muchas veces sin reflexión, y que los motivos nos los pergeñamos después; y que mientras, la culpa es el castigo hasta que lo que se pensaba el castigo (Siberia again) resulta ser redención y liberación.
Eso te lo estás inventando, tranquilamente. El acto brutal de Raskolnikov está muy reflexionado pero su mente, su alma, sus reacciones le juegan la mala pasada. Él no es Napoleón, no pertenece a los hombres extraordinarios de los que habla en su artículo. No consigue estar a la altura de la situación. Cuentan cómo se lleva meses postrado en un diván, sin intentar trabajar, pero elabora un razonamiento con el que buscar una vía fácil que, además, le sitúa en un plano superior. Y ya sabemos cómo acaba.
Durante un año ni siquiera encuentra la redención en Siberia, de hecho no abre la Biblia de Sonia ni una sola vez. Sigue sin arrepentirse, sigue siendo un fantasma. No se comunica con la única persona que le visita. De ahí que ese amor repentino que acaba cambiándole la vida (sin ser un camino fácil, obviamente) no me parezca un sentimiento ni sano ni deseable. Es lo único en lo que, si quieres llamarlo así, estoy juzgando al personaje, pero no desde un punto de vista moral, sino lógico. La lógica que incluso los sentimientos tienen o deben tener, la trayectoria de los actos y las emociones. Pero esto es como juzgar tantas relaciones absurdas que pueden verse a nuestro alrededor. Es una opinión de que Dostoievsky, buscando terminar en un tono esperanzador, llama amor a lo que para mí no lo es.
Raskolnikov me ha resultado aburrido y predecible demasiado pronto. Una sucesión de fiebres y ahora confieso y me delato poco a poco, ahora no. El resto de personajes son los que enriquecen la historia, los que la hacen verdaderamente única por muy brillante que sea el comienzo y por muy genuino y hasta necesario que sea un protagonista así.
Respecto a tu primera frase, hace mucho tiempo que me perdiste el respeto y ayer lo volviste a demostrar. No me importa responderte o discutir algo contigo, pero si te ahorras ese tipo de alusiones mejor para ambos.