Está viva!!! Está VIVA!! - Gritó lleno de júbilo.
Todos aquelllos años de arduo trabajo, todos aquellos fracasos y burlas parecían desvanecerse ante el resultado exitoso que tenía delante de sus ojos. Había conseguido crear vida valiéndose de metal y tela. Había hecho algo que parecía imposible o más bien, algo que le habían repetido siempre, que era imposible. Aquella noche durmió plácidamente. Su último pensamiento antes de caer en un profundo sueño fue para su creación;.
El doctor Mundo despertó eufórico y salió de la cama de un salto dirigiéndose con ganas de seguir estudiando al sujeto. Fue incrementando el nivel de luz del laboratorio poco a poco para que los ojos, o más bien los sensores de luz, de la paciente se fueran acostumbrando. La criatura estaba en un estado activo, reaccionando a su entorno. Se sentó cerca de ella y observó mientras apuntaba en su cuaderno de notas. Describió esos instantes como los de un niño que ve por primera vez; abría constantemente los ojos con sorpresa, sentía por primera vez el tacto de las esposas, movía pies y manos...descubría luz y sombra en cada parpadeo. El doctor estaba entusiasmado. No podía dejar de observarla. Estuvo horas contemplando aquel milagro olvidando comer, beber... No quería separarse de ella. Quería dejar constancia de cada nuevo descubrimiento que hacía, cada nuevo gesto, cada nueva sensación...
Cuando aquella primera tormenta de emociones frenó, empezó a hablar con ella mientras la estimulaba con caricias. Ella, atada en posición horizontal, respondía a aquellos estímulos con movimientos secos, escalofríos , muecas o gritos. Gritos que se fueron tornando susurros según pasaban las horas. Aquello duró días, semanas o quizá meses, ni el mismo doctor lo sabía; lo cierto es que había perdido la noción del tiempo y parte de su cordura hacía años.
Los días fueron pasando y el doctor seguía intentando comunicarse con su creación que no conseguía emitir palabra entendible alguna. Pero cada día gruñía más, susurraba más e intentaba imitar los sonidos que escuchaba. Parecía claro que tenía ganas de comunicarse. Por eso motivo decidió llamarla "Oriana" que significa "la que le gusta conversar con todo el mundo" . Estaba convencido que, en un futuro, sería un nombre apropiado.
De igual modo que la Oriana, la relación también evolucionaba. Ahora el doctor hablaba con ella como si de una amiga se tratara. Le contaba las cartas que recibía, sus pensamientos más profundos y sus planes de futuro. Le contaba que tenía pensado presentarla a la comunidad científica una vez consiguiese comunicarse. Le decía que era lo más importante de su vida. Le decía que la quería...
En un inusualmente frío mes de septiembre decidió que el "Encuentro de ciencia 2042" de Piltover sería el mejor de los escenarios para hacer la presentación de su obra. Durante los días anteriores a la feria Mundo acicaló a Orianna, arregló las chapuzas estéticas, corrigió diseños, mejoró artículaciones mientras seguía trabajando en la comunicación con ella. También fabricó una bola de metal que ataría al tobillo de Orianna para poder controlarla mejor.
Llegado el gran día el gran día el doctor Mundo no cabía dentro de si. Encadenó a Orianna a la bola mientras ella seguía esposada a la cama. Le contó todo lo que iba a hacer ese día; vería el exterior, iría en coche, conocería nuevas personas... Le explicó, mientras le quitaba las esposas, que ella era la criatura más especial de la Tierra y que ya no podía esconderla más al mundo. Ella emitía sus sonidos ininteligibles, con un tono tranquilo.
Una vez libre, el Doctor la sostuvo mientras ella luchaba por mantenerse erguida. Dio un primer paso, luego otro, luego otro... en dirección al doctor, hasta alcanzarlo. Él la abrazó fuerte mientras le dijo: Siempre serás lo más importante de mi vida. En ese momento Orianna agarró la cadena que la mantenía presa levantó la bola por encima de la cabeza del doctor y le asestó un fuerte golpe que dejó aturdido al Doctor Mundo. Debido al fuerte impacto cayó al suelo y, aprovechando la situación, Orianna, se abalanzó sobre él golpeando una y otra vez mientras la cara del Doctor se desfiguraba. Cuando los movimientos del doctor cesaron, ella posó la bola en el suelo se acercó a la oreja del doctor y le dijo: Jamás seré de nadie. Rompió la cadena que le ataba a la bola para ser, por fin , libre. Se dirigió rápidamente a la puerta de salida. Sin embargo, la bola parecía perseguirla como si alguna fuerza la controlase.
Se fue sin mirar atrás.
En el laboratorio el doctor yacía en el suelo, inmóvil. Todo parecía haber acabado cuando de repente...
Es un fragmento de un juego de Rol que hice hace tiempo y que hoy me ha apetecido compartir. si gusta, seguiré con la historia.
( Si, ya se, I didn't read LOL)