Después de ser rechazado por la más fea del bar (Carzzy), FNC, con la autoestima por los suelos, presa del alcohol y la desesperación, volvió a llamar a altas horas de la madrugada a esa exnovia que ya le había puesto los cuernos y dejado por su mejor amigo dos veces en el pasado.
La muchacha no había vivido una buena racha, su nuevo novio la había engatusado con promesas pero para el matrimonio había firmado un acuerdo pre-nupcial abusivo que, tonta de ella, llena de ilusión y esperanza con su nuevo amor, ni había leido. Ambos, su nuevo marido y ella terminaron muy decepcionados con su relación así que su marido la cambió por otra más joven y manejable.
En la actualidad se dedica a tapar de negro los tatuajes que le recuerdan todos los errores que ha cometido en su vida mientras su exmarido se saca fotos en yates, intentando aparentar éxito ante un mundo con el que ya no se entiende.
Al oir la voz temblorosa de aquél pardillo al que había engañado dos veces pidendo volver juntos, la mujer se dio cuenta que alguien tan inocente nunca la haria firmar cosas raras como su exmarido, ya que este pobre muchacho a duras penas sabía escribir.
Y fueron felices (con episodios de depresión intercalados) y comieron bot lanes enemigas.
FIN